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Excélsior
Entre enero y septiembre del año pasado, el flujo de remesas fue 68.92 por ciento más alto que el gasto federal de programas sociales. Foto Ap / Archivo.

Las remesas triplican el gasto social que hay en el país, e incluso hay estados como Guanajuato y Michoacán donde el trabajo de los migrantes representa entradas para las familias hasta siete veces más grandes que los recursos redistribuidos por el gobierno federal a través de programas sociales, de acuerdo con el Banco de México y la Secretaría de Hacienda.

Entre enero y septiembre del año pasado —ambos los datos más recientes por entidad—, el flujo de remesas fue 68.92 por ciento más alto que el gasto federal de programas sociales. Los 751 mil 573 millones de pesos que entraron vía remesas triplicaron los 233 mil 584 millones de pesos que se pudieron dar en transferencias directas a la población.

El alivio que representan las remesas es extendido. A excepción de Yucatán, Tabasco y Campeche, en el resto de las entidades los hogares perciben más del trabajo de familiares que residen en el extranjero que de los programas de redistribución.

De acuerdo con los datos oficiales, en los primeros tres trimestres del año pasado, Jalisco fue la entidad que más recursos percibió vía remesas, 76 mil 989 millones de pesos a un tipo de cambio promedio de 20.12 pesos por dólar. En el mismo periodo, el cúmulo de transferencias vía programas sociales para la entidad sumó 11 mil 344 millones de pesos.

En similar situación se encuentran Michoacán y Guanajuato, estados que se ubicaron, respectivamente, como el segundo y tercer receptor de remesas durante enero y septiembre del año pasado; y donde estos recursos representan más de siete veces las transferencias que se realizan a través de programas sociales.

En Michoacán, 8 mil 556 millones de pesos fueron distribuidos entre la población vía los programas sociales que reitera la actual administración. El trabajo de connacionales en el extranjero alcanzó 72 mil 660 millones de pesos, 7.5 veces más.

En Guanajuato la proporción es similar. Se recibieron alrededor de 62 mil 377 millones de pesos vía los envíos familiares desde el extranjero, el monto de las transferencias federales fue 88.12 por ciento menor, con un total de 7 mil 411 millones de pesos.

Incluso en los estados más pobres los programas de transferencias no logran igualar el saldo de las remesas.

Veracruz, la tercera entidad con menos ingresos de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, fue el estado que más recursos recibió por transferencias de gobierno entre enero y septiembre del año pasado, 20 mil 881 millones de pesos. El monto de remesas fue 41.2 por ciento más alto con 29 mil 492 millones de pesos.

En Chiapas, el estado con el ingreso más bajo en el país, el gasto social sumó 17 mil 784 millones de pesos; las remesas 26 mil 636 millones de pesos, es decir 49.8 por ciento más.

Mientras en Guerrero, la entidad con el segundo ingreso más bajo, las remesas fueron 207.4 por ciento más altas que las transferencias de gobierno, las primeras sumaron 37 mil 801 millones y el gasto social 12 mil 298 millones de pesos.

Sólo en Campeche el monto de transferencias de gobierno fue 67.24 por ciento más alto que las remesas, seguido de Tabasco, 53.37 por ciento y Yucatán, 11.85 por ciento.

Si bien el trabajo es la principal fuente de ingresos para los hogares, al haber representado un promedio de mensual de 104 mil 444 millones de pesos entre enero y septiembre del año pasado —de acuerdo con estimados de masa salarial elaborados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social— las remesas están cerca con 83 mil 508 millones de pesos, mientras las transferencias directas por parte del gobierno federal sumaron 25 mil 953 millones de pesos.