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Excélsior

Cuando el periódico de la vida nacional acababa de cumplir 22 años, en 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial; 6 años después con dos detonaciones de bombas atómicas que sembraron muerte y destrucción en Hiroshima y Nagasaki, jamás antes vistas, terminó.

ANDRÉS BECERRIL..
ESCENARIO. El Viejo Continente fue escenario, en el siglo XX, de las más cruentas guerras de la humanidad. Fotos: Archivo Excélsior

El día que Excélsior se editó por primera vez, el 18 de marzo de 1917, el mundo estaba en guerra. Era la Gran Guerra, después renombrada como Primera Guerra Mundial. El saldo de los combates que terminaron el 11 de noviembre de 1918 fue de 14 millones de soldados, marinos, aviadores y civiles muertos y 9 millones personas discapacitadas.

Cuando el periódico de la vida nacional acababa de cumplir 22 años, en 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial; 6 años después con dos detonaciones de bombas atómicas que sembraron muerte y destrucción en Hiroshima y Nagasaki, jamás antes vistas, terminó. Y empezó la era nuclear.

A partir de 1945 comenzó la llamada Guerra Fría. Se crearon dos polos: capitalismo, equivalente a derecha, conservadores y socialismo, igual a izquierda, progresistas; las cabezas fueron Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). Su teatro de operaciones fue de todo tipo: económico, social, político, ideológico, propagandístico, de inteligencia y contrainteligencia, también militar. Su fin se enmarca en la disolución de la URSS, en 1991.

A 105 años del número inicial de Excélsior, la eventual configuración de la Tercera Guerra Mundial, con alcances nucleares –así amenazó ya Rusia al mundo después de invadir Ucrania–, lleva 25 días amasándose.

En todos esos hechos militares-políticos-económicos-ideológicos-sociales que marcaron el rumbo del orden mundial y la geopolítica, incluyendo los más recientes –que iniciaron el 24 de febrero de 2022, con la invasión de Rusia a Ucrania–, Excélsior ha sido un vehículo de información de los hechos del momento y compendio documental para entender la historia mundial.

En las páginas del diario está documentado que en la Primera y Segunda Guerra Mundiales, la posición geográfica de México fue de interés para Alemania, país que inició ambas guerras. Alemania trató de sumar a México a su causa, otorgándole supuestos beneficios si ganaba cada una de esas guerras. México no se la creyó.

En la Primera Guerra Mundial México fue neutral.

En la Segunda Guerra Mundial, México tomó parte, declaró la guerra a los países del Eje: Alemania, Italia y Japón; mandó un escuadrón de la Fuerza Aérea a cielo europeo y el Senado autorizó al gobierno enviar tropas, el detalle está publicado en este diario.

Como un país del tercer mundo, México tuvo un papel en la Guerra Fría. Capitalistas y socialistas buscaron a México. La polarización emergió con mayor nitidez a partir de la década de los 60 y principalmente en los movimientos estudiantiles que terminaron en masacres, el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 y así se puede leer en Excélsior.

En los hechos de la invasión de Rusia a Ucrania, al menos públicamente ya se sabe que México fue convocado para enviar armas a Ucrania, a lo que ya se negó. Falta saber si ya hubo alguna comunicación de Rusia al gobierno de México.

 

Telegrama zimmermann

La Primera Guerra Mundial comenzó el 28 de julio de 1914. México también era un campo de batalla. La Revolución de 1910 que terminó con la dictadura de Porfirio Díaz estaba en curso. Carrancistas, zapatistas y villistas peleaban por el poder.

Días antes de la aparición de Excélsior, el 24 de febrero de 1917, los servicios de inteligencia de Inglaterra interceptaron una comunicación cifrada del gobierno de Alemania, dirigido a Venustiano Carranza, que ya entonces había promulgado la Constitución Política de la República Mexicana y se acomodaba en la silla del poder, como Primer Jefe y luego como Presidente de México.

El mensaje fechado el 19 de febrero de 1917, recuperado por Diorama de la Cultura de Excélsior –originalmente publicado en The New York Times, el 1 de marzo de 1917– fue entregado por Inglaterra al gobierno de Estados Unidos.

La médula del telegrama enviado por Arthur Zimmermann, ministro de asuntos exteriores de Hitler dirigido a Heinrich von Eckardt, ministro alemán en México era para que en nombre de Alemania le ofreciera a México devolverle el territorio entregado por Antonio López de Santa Anna, Texas, Nuevo México, California y Arizona, si apoyaba la causa alemana. La propuesta era “hacer la guerra juntos; hacer la paz juntos”.

Este mensaje, además revelaba que Alemania había intentado un ataque submarino –la nueva arma de guerra–, contra Estados Unidos y esos elementos empujaron a que el Congreso estadunidense, hasta entonces neutral, tomara la decisión de participar en la Primera Guerra Mundial y eso cambió el rumbo de la historia. El 6 de abril de 1917 el Congreso de Estados Unidos declaró formalmente la guerra a Alemania y sus aliados.

En el ejemplar del 7 de abril Excélsior publicó la proclama del presidente Woodrow Wilson.

Considerando que el Congreso de los Estados Unidos en ejercicio de sus facultades constitucionales, integrado por el Senado y la Cámara ha resuelto conjuntamente que existe el Estado de Guerra entre los Estados Unidos y el Gobierno Imperial alemán. Yo, Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos, proclamo a todos aquellos a quienes pueda interesar que existe el Estado de Guerra entre los Estados Unidos y el gobierno imperial alemán, y especialmente ordeno que todos los funcionarios civiles y militares pongan la mayor vigilancia y celo en las funciones que se desprenden de dicho Estado de Guerra”.

Guerra y revolución

Cuando apareció el primer número de Excélsior, la Primera Guerra Mundial llevaba dos años y ocho meses. El 18 de marzo de 1917 en la primera plana de este diario de hace 105 años se informó sobre el momento por el cual pasaba la guerra y la posición de México, que ya para entonces tenía una Constitución Política y Venustiano Carranza se había alzado con el poder, aunque la lucha de zapatistas y villistas contra el autollamado primer jefe seguía en México.

México continúa laborando por la paz europea”, es el título de la nota adyacente a la histórica cabeza de Excélsior: “Vientos republicanos soplan sobre el imperio moscovita”.

La información sobre la guerra es una respuesta del gobierno de México a la carta enviada al de Estados Unidos y su posición sobre la que entonces se llamó Gran Guerra.

El señor ministro de Relaciones Exteriores, general Cándido Aguilar, hizo anoche a la prensa las siguientes declaraciones: “En vista de la contestación del gobierno de los Estados Unidos a la nota que el ciudadano Primer Jefe –Venustiano Carranza– dirigió a los gobiernos de las naciones neutrales en pro de la paz, el gobierno de México se propone seguir cooperando con sus esfuerzos para evitar que alguno de los países de este continente tome participación en el conflicto europeo, y continuará sus gestiones ante los neutrales con el objetivo de conseguir la paz europea”, se lee en la primera plana de Excélsior de hace 105 años.

Como hoy, hace 105 años Rusia y Kiev, la capital de Ucrania, eran parte de la información del nuevo diario.

Y ésta tiene que ver con la Revolución Bolchevique que triunfaba en Rusia. La dinastía Romanov y sus zares eran eliminados del mapa. El zar Nicolás II estaba preso en el Palacio de la Duma y sus sucesores abdicaron en horas, mientras que la zarina Alejandra Fiódorovna huyó al exilio en Kiev. En 1918 los bolcheviques tomaron Kiev. Hasta 1991 Ucrania logró su independencia de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), por la cual lucha ahora.

Los sucesos de la Primera Guerra Mundial, que finalizó el 11 de noviembre de 1918, fueron cubiertos en las páginas de Excélsior con despachos de información exclusiva.

El 6 de abril de 1917, la información principal de este diario era sobre la discusión en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para aprobar la declaratoria de guerra de Estados Unidos a Alemania.

Un mexicano en París

Cinco meses antes del fin de la Primera Guerra Mundial, el 28 de junio de 1918, Excélsior publicó en la primera plana la vivencia de un mexicano en París, durante los hechos bélicos.

La nota, ilustrada con un apunte del entrevistado identificado como A.G. Carmona, inicia así: “Un mexicano que ha vivido en París desde hace siete años, y que acaba de llegar a esta capital, nos ha referido en amena entrevista, los diversos aspectos de la Ciudad Luz desde que se declaró la guerra. entre Francia y los Imperios Centrales hasta finales del mes próximo pasado. “Estimamos que son dignas de la publicidad las declaraciones a que aludimos, tanto porque proceden de un compatriota nuestro, cuanto porque revelan, sin apasionamientos ni exageraciones, la verdadera actitud del pueblo francés ante la guerra.

El señor A. G. Carmona, antiguo empleado de la casa Bedin et Cie., sucesores de Albert Goelde, es quien, con afabilidad extrema, realmente parisiense se ha servido darnos los informes que insertamos a continuación:

El día de la movilización, un sábado, nos dijo el señor Carmona, fue indudablemente triste para París. La prensa se había manifestado pesimista en la semana anterior sobre lo inevitable de la guerra, y todo el mundo creía que sólo por un milagro podría dejar ser…”

 

 

JÚBILO. El zar Nicolás II y su familia habían sido brutalmente asesinados. La gente, jubilosa, se mezclaba con los soldados.

 

«¡Ya abdicó el Kaiser!»

El fin de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918 fue publicada como información principal de Excélsior. “Ya abdicó el Kaiser!!”; “Berlín teatro de trágicas escenas”.

La primera información se trata de la renuncia del emperador Guillermo II de Alemania. La nota, fechada en Londres, de la Prensa Asociada, señala que “según un telegrama dirigido a la conocida agencia de noticias “Exchange Telegraph Company”, el emperador Guillermo de Alemania formó el sábado último en la mañana un documento en el que abdicaba al trono del imperio. El monarca estampó su firma en el documento, el Gran Cuartel General alemán, en presencia del príncipe heredero Federico Guillermo y del mariscal de campo Paul von Hindenburg”.

La información sobre Berlín menciona que “el pueblo de Alemania, que durante varias generaciones se había mostrado obediente y sumiso y que durante más de cuatro años se prestó a ser dócil instrumento del Kaiser para asolar al mundo, ha dado a conocer su nueva determinación, anunciando que la antigua Alemania ha desaparecido.