«El proyecto de Texcoco estaba concebido para ser un actor central de movimiento de pasajeros, pero sobre todo el convertir al país en un eje de movilidad para muchas líneas aéreas que permitieran colocarnos como centro de intercomunicación a nivel mundial. Reconociendo la importancia de la inauguración del aeropuerto «Felipe Angeles» no se debe perder de vista que muchos inversionistas encontraron en la cancelación del primero, un muy importante signo de desconfianza. El AIFA es una gran obra, pero se rige bajo otro concepto, No tiene sentido escatimarla. La cuestión es que está diseñada bajo otra concepción de la aviación. Sus alcances son limitados y su crecimiento llevará mucho tiempo para las demandas que cotidianamente se tienen en los aeropuertos de las grandes ciudades». Es parte de que escribe Javier Solórzano en «La Razón. Foto de «Expansión»,