Ya sea porque las empresas le pagan menos o no tienen la tolerancia para trabajar con personas con síndrome de Down, encontrar un trabajo acorde a sus necesidades es una asignatura pendiente para Alberto.
Él es el pilar de su familia a sus 51 años, pues aún con la condición con la que vive, se encarga del cuidado de su madre, a quien llama doña Chepa, y de su hermano mayor, un hombre con parálisis cerebral.
José Alberto enfrenta la misma situación que muchos de sus compañeros de la Asociación Síndrome de Down Veracruz: las empresas los contratan por un sueldo que apenas cubre sus pasajes.
Carolina Perdomo, presidenta de esta asociación, explicó que una empresa ofreció trabajo para los integrantes de esa agrupación, aunque la paga era insuficiente.
«Alberto se maneja solo, él va y viene en camión, pero el sueldo que les ofrecían era demasiado bajo, entonces pues no tiene caso enfrentarlos a un riesgo cuando su sueldo va a ser demasiado bajo», agregó.
De acuerdo con la activista, otro de los factores que impide que Alberto se vincule con un empleo es que su madre se quedaría sin ayuda para el cuidado de su otro hijo con parálisis cerebral.
«Entonces, pues pagar un asistente va a ser más caro que él se quede en casa», dijo Carolina Perdomo.
Pese a que actualmente Alberto no tiene un empleo, hace ya varios años trabajó en Expover y después en una cafetería.
«Chef Down» era una cafetería ubicada en el fraccionamiento Reforma, en el puerto de Veracruz, pensada para que lo atendieran exclusivamente personas con síndrome de Down.
Ahí trabajó Alberto, sin embargo, el proyecto no prosperó debido a que el chef no sabía trabajar con personas con síndrome de Down, aseguró Perdomo.
Aunque Alberto no tiene un empleo y su madre ya tiene 80 años, la familia se mantiene gracias al apoyo de su sobrina Esmeralda, quien los apoya con dinero desde la ciudad de Toluca, Estado de México.
A pesar de los acercamientos de la asociación con los tres niveles de gobierno para que sus miembros accedan a programas sociales, ni Alberto ni el resto de sus compañeros cuenta con apoyos por discapacidad.
Apasionado del futbol, independiente, servicial: Así lo describen
Para Carolina Perdomo, José Alberto Mora Mendoza es la prueba de que las personas con síndrome de Down pueden tener un desarrollo similar al de cualquier gente cuando existe estimulación.
Alberto forma parte de la asociación desde que fue creada hace cinco años, sin embargo, sus miembros lo conocen desde hace más de 15.
Sus compañeros lo describen como un amante del futbol, pasión que descubrió hace más de 20 años cuando su hermana mayor, quien ya falleció, lo llevaba a entrenar a la Faculta de Educación Física de la Universidad Veracruzana (FEFUV).
Es el delantero y goleador de los «Cachorros Poderosos», el equipo de Síndrome de Down Veracruz AC, que participó en el torneo «Un fin especial» que se llevó a cabo en Poza Rica el pasado fin de semana.
«Es el más veterano de nuestro grupo, tiene 51 años, orgullosamente es el mejor futbolista del equipo, es el que nos hace todos los goles y del que nos sentimos súper orgullosos», agregó Carolina.
La activista describió a Alberto como un hombre independiente capaz de salir de su casa, ubicada en la colonia Luis Echeverría, de Boca del Río, y andar solo en los camiones de cualquier ruta de Veracruz.
«Es buen amigo, servicial, apoya a su mamá, ayuda a bañar a su hermano, cuando su mamá no está él le da sus medicinas, barre y trapea la casa», expresó.
El mayor sueño de José Alberto Mora Mendoza es casarse con su novia Olivia, de 34 años, quien también tiene síndrome de Down.
La pareja, que comparte su gusto y pasión por el futbol como jugadores de los «Cachorros Poderosos», tiene una relación desde hace 13 años.
«Ella es el amor de mi vida, a ella la quiero mucho, yo la amo», dijo Alberto.
Según Luis Alberto Martín Capistrán, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Cristóbal Colón, las personas con síndrome de Down necesitan un curador que les dé una autorización expresa para casarse.
De acuerdo con el abogado, las personas con síndrome de Down son incapaces legalmente para contraer matrimonio, es decir, tienen derecho de goce, pero no de ejercicio.
El especialista explicó que sólo con la autorización del curador, que para personas con síndrome de Down es lo equivalente a un tutor para menores de edad, podrían contraer nupcias.
«Este requisito es debido a que pueden no estar aptos para cumplir con los derechos y obligaciones que surgen del matrimonio», mencionó el abogado.
¿Qué es el síndrome de Down?
El síndrome de Down es una condición que viven personas que nacen con un cromosoma extra, conocido como el cromosoma 21. También se le conoce como trisomía 21.
La condición afecta el desarrollo del cuerpo y el cerebro de bebé, lo que podría provocarle problemas físicos mentales.
Quienes nacen con síndrome de Down necesitan una intervención temprana que incluyera terapias de lenguaje, ocupacionales y emocionales, así como asistencia de dispositivos y suplementos.
Las personas con síndrome de Down presentan baja estatura, orejas de forma irregular, rostro plano, ojos inclinados hacia arriba y disminución del tono muscular.
Otras características son la capacidad de extender las articulaciones más allá del rango convencional y una lengua más grande si se compara con el tamaño de la boca.
De acuerdo con Carolina Perdomo, de Síndrome de Down Veracruz AC, en el estado existen 750 mil personas con algún tipo de discapacidad, de las cuales el 10 por ciento tiene síndrome de Down.
FP