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Milenio Digital

Nalah también visitó varios albergues apoyando a la terapia emocional; realizó varias exhibiciones sobre la labor de los perros de búsqueda y rescate en diversas instituciones.

JOSÉ LUIS MEDINA.

Nalah, una perrita rescatista de 10 años de edad, que ayudó en labores de rescate tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México falleció, dio a conocer Janette Ficachi, manejadora y humana de Nalah, a través de una página de Facebook dedicada a ella.

«Fue una compañera de vida excepcional, noble, leal, cariñosa, inteligente. Como perro de trabajo tenía una capacidad extraordinaria para la localización y marcaje de víctimas, fue una K9 nata y dedicada a su labor. Partió el 24 de marzo de 2022. ¡Buena chica, buen trabajo! Fin de búsqueda ¡Libre!».

 

De acuerdo con la fan page de Nalah, la Golden Retriever también colaboró en la búsqueda de personas tras la explosión en la torre de Petróleos Mexicanos (Pemex), en 2013.

«Nalah nació el 17 de mayo de 2011, fue adoptada a los tres meses por su familia humana, a los ocho meses comenzó su entrenamiento como perro de búsqueda y rescate en el ERUM, que duró dos años aproximadamente»

Nalah también visitó varios albergues apoyando a la terapia emocional; realizó varias exhibiciones sobre la labor de los perros de búsqueda y rescate en diversas instituciones como la UNAM.

Durante sus diez años de vidaNalah ayudó a la localización de 17 personas, 12 de ellas en los colapsos provocados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México, de acuerdo con la información disponible en su fan page.

«Siempre estaba sonriendo»: humana de Nalah

Janette Ficachi, manejadora y humana de Nalah, recuerda que ella siempre estaba sonriendo, era muy juguetona y tenía un impacto positivo en las personas

«Siempre tenía ese gesto que parecía que estaba sonriendo y toda la gente lo hacían notar mucho, que era una perra muy feliz porque siempre tenía esa gran sonrisa en su cara», recordó en entrevista para MILENIO.

La también paramédica aseguró que tras terminar su labor junto a Nalahlas personas se impactaban con ella, «había gente que la acariciaba y se echa a llorar y yo no entendía ese efecto».

«Juguetona, bueno… se comió dos salas, literal, se comía las paredes, me las dejaba limpias, a tabique; se comía mi ropa, mis zapatos, corría todo el día. Son perros muy sociables e hiperactivos».

Nalah no sólo estuvo en momentos difíciles para otras personas, como lo fue el terremoto del 19-S o la explosión en Pemex, sino también en los personales de su humana. 

«También en los momentos personales siempre estuvo ahí: si yo me desvelaba ella se desvelaba conmigo, son unos seres que de verdad son ángeles».

«Desde que la vi dije: ‘es ella'»

Jannet y su pareja tenían el sueño de ser rescatistas y eligieron la opción de incursionar en el rescate canino. Al momento de buscar su compañera de vida, su humana recuerda que fue instantáneo identificar a la indicada.

«Estudiamos mucho las razas hasta que decidimos que queríamos un Golden porque no solo queríamos una herramienta de trabajo, queríamos un compañero de vida y la raza que más nos gustó fue la Golden Retriever», indicó. «Fuimos con varias camadas, a mi Nalah desde que la vi dije ‘es ella’, no sé por qué, al final sí nos quedamos con ella».

Entre los cuidados que debía tener NalahJannet explicó que no eran tan diferentes a los requeridos por otras mascotas, como es tener el esquema de vacunación completo, comer alimentos exclusivos para perros y reforzar el entrenamiento.

¿Cómo aprende un perro a encontrar personas?

Jannet Ficachi explicó que el entrenamiento en caninos para que sean rescatistas consiste básicamente en jugar y en el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) fue donde aprendió.

«Empiezan jugando, agarran su juguete, se lo llevan, avisas, uno suelta al perro, llega, se le premia y se le da su juguete, y así hasta que el perro lo hace de forma natural.»Ellos viendo a la persona, la persona va y se esconde y van a encontrarla y se les premia; luego es aleja al perro a ciegas, se esconda la persona y empiecen a desarrollar esta habilidad de usar el olfato y el oído para encontrar a su objetivo y ellos ya saben que es una persona que no está a la vista».

19-S: «te quedas aquí porque es el primer perro que llega»

El 19 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 7.1 sacudió la Ciudad de México, Morelos, Puebla, entre otros estados del país. Los binomios caninos jugaron un papel fundamental en el rescate de personas entre los escombros, como lo hizo Nalah y Jannet.

«El 19-S iba para Chimalpopoca y Tlalpan para ponerme a servicio y nos encontramos con el colapso de Bolívar y Chimalpopoca, nos vieron los federales y ya no nos dejaron ir, ‘te quedas aquí porque aquí es el primer perro que llega, necesitamos que entres porque hay una lista de personas desaparecidas».

Jannet recordó que en la primera búsqueda encontraron cuatro personas; «ese momento fue increíble porque fue el fruto de todo, de esfuerzo, de dedicación, horas, entrenamiento, de muchas cosas».

«La gente todavía no entendía las señales de los rescatistas, me alzaban los dos brazos y yo les decía ‘no me hagan eso porque para mi es víctima encontrada’ y gritaban ‘silencio’ y yo le decía ‘no griten’ porque en el entrenamiento de Nalah parte fue enseñarle a marcar ladrando. «Cuando llegaban el momento que entendiera que tenía que detenerse de ladrar era ‘silencio, Nalah‘; tomo mundo gritaba ‘silencio’, entra la perra, encuentra su primer objetivo, me lo empieza a marcar y no ladraba», recordó algunos de los momentos difíciles del 19-S.

Desabasto de medicamentos también afectó a Nalah

El desabasto de medicamentos oncológicos, denunciado por varios padres de familia de niños con cáncer, también afecta a los perros, pues por esta situación Nalah no recibió el tratamiento que ella requería.

«Nalah tenía cáncer, ya había pasado tres operaciones muy difíciles; se deterioró muchísimo en los últimos seis meses. «Algo que a mi me dolió mucho con el veterinario fue (que) no hay medicamentos contra el cáncer, (si) no hay medicamentos oncológicos para niños, conseguir un medicamento para un perro es tres veces más difícil y costoso», expresó.  «Hubiera sido muy distinto para Nalah el contar con un medicamento y no me quero poner en el lugar de un padre de familia que tiene a su hijo de cinco años muriendo en un hospital porque no hay medicamentos oncológicos por la razón que sea», agregó su humana.

Jannet Ficachi destacó el profesionalismo y preparación de rescatistas, aunque sí considera necesario más apoyo y respaldo en contar con instalaciones adecuadas.

​JLMR