El rostro de Carmen tiene muestras claras del paso del tiempo, pero sus ojos denotan felicidad y mucha alegría. A sus 79 años, es presumida en su barrio por competir en carreras de atletismo; en mayo participará en el Campeonato Nacional Máster en Yucatán, junto a su hija, Elvia y su nieto, Armando.
Carmen se sabe un ejemplo de vida para sus familiares y amigos y constantemente hace un llamado a los jóvenes y niños a practicar el deporte, pues para ella es la mejor manera de estar sanos y mantenerse activos, “si hacen ejercicio van a llegar como yo”, dice y sonríe.
Carmen es la matriarca de Tigers Runners, una familia de 12 integrantes de hijos, nietos y bisnietos que participan frecuentemente en competencias de atletismo y practican varios deportes como fútbol y gimnasia.
Hace 15 días ganó el pase para ir a Yucatán al máster de atletismo; participó en la carrera internacional del golfo, en Boca del Río, y corrió mil 500 metros, la distancia equivale a darle cuatro vueltas al estadio xalapeño. Y en Mérida, del cuatro al nueve de mayo, participaría en los 1500 metros planos y los tres mil metros caminata.
Se formó en el deporte, le gusta el box y el fútbol
Carmen cuenta que desde pequeña le gusta practicar deporte. Además de correr, a los 15 años, apoyaba a su hermano en su gimnasio, donde jóvenes acudían a practicar box, disciplina que también desarrolló.
“Mi hermano era boxeador, salía a boxear y me dejaba a cargo del cuadrilátero. Les ponía a quienes llegaban seis rounds para que practicaran, porque después los mandaban a traer a la Arena Xalapa. Yo no tengo los brazos de mujer, tenía conejos y me daba pena”.
Otro deporte de su gusto, por no decir el favorito, es el fútbol. Carmen es americanista de hueso colorado. Cuando era joven, narra, solía vender gordas rellenas sobre la avenida Ruiz Cortines y cada que jugaba el América ofrecía comida gratis a quien se presentara con la camiseta azulcrema. Siempre había filas esperando “y nosotros eche y eche gorda. Las hacíamos rellenas de longaniza, papita, borona de chicharrón, pollo deshebrado”.
Otros integrantes de su familia, comenta, le van al Cruz Azul, por lo que cada que se programa el clásico, en su casa se vive una fiesta futbolera. “Había de ver cómo se ponen de buenos, cada uno arregla su cama de América y Cruz Azul y cuando meten un gol, nombre, debería de ver”, cuenta alegre.
A lo largo de sus 79 años ha participado en más de 100 competencias. Durante la plática, ella muestra orgullosa un conjunto de preseas que cuelgan en su brazo izquierdo, acumulados a lo largo de su vida.
A raíz de la pandemia, comenta, se fue a vivir con su hija Elvia. La casa ubicada en la avenida Ruiz Cortines está seccionada por varias viviendas donde se alojan integrantes de su familia, entre ellos sus tres nietos que practican fútbol y gimnasia, con quienes a veces se pone a “chutar” un ratito.
Su día comienza desde las cinco de la mañana. A esa hora se levanta y después de darse un baño, lava su ropa del día anterior y apoya a su familia a limpiar la terraza, donde acondicionaron un gimnasio para entrenar todos los días. Después desayuna y apoya con algunas otras actividades del hogar.
Para las siete y media de la noche recibe entrenamiento de su nieto Armando, que es un corredor semiprofesional de Xalapa. Un día a la semana ayuda en la limpieza de la casa de una maestra, que la cuida mucho y la lleva y trae para que no se exponga.
Carmen dice que no toma medicamentos, a pesar de que cuenta con seguridad social, sólo acude a su chequeo mensual. Si tiene algún malestar, lo resuelve con algún te o agua de hiervas medicinales.
¿Cómo se prepara para las competencias?
Antonio es el entrenador personal de Carmen y de todos los integrantes de la familia. Todas las noches, de lunes a viernes, realizan una rutina de CrossFit, que son ejercicios con movimientos funcionales ejecutados a alta intensidad, que le da fuerza en piernas y brazos.
Ese entrenamiento, explica, le ha permitido recorrer 21 kilómetros en montaña, esa fue su última competencia de 2021, en donde ganó una canasta de fruta y 200 pesos por terminar el recorrido. Fue en San Miguel del Soldado, en Rafael Lucio; pero también ha ido a la Joya.
Antes de una competencia, cuidan su alimentación, nada de grasa y picantes, solo consume frutas, verduras y pollo. Y una semana antes realizan actividad “leve” o de descarga para evitar alguna lesión que les impida participar.
“Son trotes suaves; la alimentación es más estricta, nada de irritantes para el estómago. Como estamos a un mes el entrenamiento es fuerte”, cuenta su nieto quien se dice orgulloso de Carmen, quien al igual que su abuelo, le enseñaron el amor por el deporte.
Armando comenta que tendrá que dejar de trabajar una semana para poder ir a Yucatán. El Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) les apoyará con el pago del transporte y les brindará un uniforme completo, y la familia tendrá que asumir los gastos de hospedaje y alimentación del cuatro al 9 de mayo.
Después de la plática con este medio, Carmen, junto a sus hijas, nieto y bisnietos empezó con su entrenamiento diario con miras a su próxima competencia.