La agencia calificadora Moody’s revisó a la baja el estimado de crecimiento para México este año, y advirtió que no será sino hasta el 2023 o el 2024 que el PIB regrese a su nivel pre pandemia.
La agencia calificadora Moody’s revisó a la baja el estimado de crecimiento para México este año, y advirtió que no será sino hasta el 2023 o el 2024 que el Producto Interno Bruto (PIB) regrese a su nivel pre pandemia.
En la actualización de los pronósticos, la agencia pasó su proyección de 1.5 a 1.1% para este año, considerando ya los efectos que pueda tener la invasión de Rusia a Ucrania en México.
La agencia señaló que un factor que ha incidido en la lenta recuperación de la economía mexicana es la débil dinámica de inversión, la cual se observa desde el 2018.
Agregó que el limitado apoyo fiscal que se otorgó a las empresas durante la pandemia, así como la propuesta de reformas como la del sector energético, han mermado la confianza de los inversionistas.
«Esto no solo limita el crecimiento a corto plazo, sino que también podría afectar el crecimiento potencial a mediano plazo, a través de una menor acumulación de capital y un bajo crecimiento de la productividad», consignó.
La actualización de crecimiento se da en línea a las revisiones que se han hecho, en la última semana, por otras instituciones. Recientemente Fitch Ratings bajó su protección de 2.8 a 2.0% para este año.
Mañana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregará los Pre Criterios Generales de Política Económica 2023, donde se espera que el gobierno revise a la baja su pronóstico de crecimiento de 4.1% para este año.
Respecto a la nota crediticia del país, la cual se mantiene en perspectiva Negativa, Moody’s señaló que Pemex continúa siendo uno de los grandes retos porque erosiona la fortaleza fiscal del país.
«La perspectiva negativa de la calificación refleja riesgos para el crecimiento económico y las finanzas del gobierno. Los riesgos son, en parte, consecuencia de lo que consideramos un marco político más débil. Demanda interna lenta, débiles perspectivas de inversión y productividad limitada están lastrando las perspectivas de crecimiento a medio plazo», explicó.
Añadió que las finanzas públicas están expuestas tanto al riesgo de un menor crecimiento económico, como a la posibilidad de que el apoyo financiero a Pemex sea mayor al esperado. «Es poco probable que el enfoque actual del gobierno aborde con éxito los desafíos estratégicos de Pemex y los que enfrenta el sector energético en general».
erp