“No es solo un plato, es lo que va a contener y quién lo va a usar” dice Diana mientras dobla la hoja de plátano para transformarla en uno de los más de 50 platos que serán repartidos con comida en Food for Life en Coatepec.
El proyecto de distribuir comida sin costo tiene una filosofía e historia para ayudar a que más personas tengan acceso al derecho de la alimentación sin que el dinero sea un impedimento.
Pero más allá de solo saciar hambre, buscan que sea comida saludable para el cuerpo, espíritu y medio ambiente, explica Diana, quien es una de las encargadas del voluntariado del comedor.
En 2020, en el país, 28.6 millones de personas se encontraban en condición de vulnerabilidad por falta de acceso a alimentación nutritiva. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), esto significó un 22.5% de la población mexicana, casi un cuarto del total poblacional.
Ante un panorama de personas sin acceso a un alimento digno, podría pensarse que es por falta del mismo en el país, pero en realidad en México se desperdicia el 37 por ciento de la comida que se produce.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), 10 millones 431 mil toneladas de alimento son desaprovechadas al año, de la cual en su mayoría son frutas y verduras.
Food for Life (Comida para la vida) concientiza y acciona sobre este contraste de desnutrición y desperdicio, al mismo tiempo que difunde una filosofía del cuidado del cuerpo y espíritu a través de la comida.
A diferencia de otros comedores, este se distingue en que no asisten solamente personas en situación de calle. Académicos, académicas, familias completas, jóvenes, personas mayores, buscan también el espacio ubicado en Coatepec, a media hora de Xalapa, y todas acuden felices, no solamente desde la necesidad de comer gratis, sino del querer alimentarse sanamente en convivencia.
Lalita, una de las iniciadoras del proyecto, explica que en Alimento para la Vida siempre te darán la comida con felicidad y entusiasmo, pues todas las personas que ayudan lo hacen voluntariamente, a diferencia de un restaurante.
Comida para la Vida nació 8 años atrás, cuando un grupo de 5 amigos con una misma ideología, se organizaron para replicar modelos que se hacen en la India para compartir comida en comunidades.
Gracias a contribuciones y la producción del rancho Nueva Kailash, la distribución de alimento pudo mantenerse en varios poblados a los que asistían de manera itinerante, cuenta Lalita.
En marzo del 2021 lograron abrir un espacio para poder tener instalaciones del comedor, ubicado en el fraccionamiento Andrea, número 11, en el pueblo mágico de Coatepec, en donde abrían sus puertas cada 15 días, y hoy logran hacerlo cada viernes con horario de 13 a 15 horas.
¿Cómo sostener un comedor gratuito ante la constante subida de la canasta básica, sin inversionistas fijos o dinero de autoridades? Lalita desde detrás del cubrebocas sonríe con los ojos y mientras sirve arroz en un plato dice: “las cosas se han dado”.
Con esa frase ella resume cómo han fluido las contribuciones de dinero de personas, las donaciones en especie de verdulerías y mercados, el trabajo de voluntariado, y las cosechas del mismo rancho que se trabaja en conjunto con Comida para la Vida.
El rancho Nueva Kailash, ubicado en Xico, se define como un “Centro de Desarrollo Espiritual Sustentable” en donde practican la agroecología desde “una vida sencilla y en armonía con la naturaleza.”
Es del trabajo de esa tierra que se cosechan muchos de los alimentos usado para los platillos de cada viernes.
“No es lo mismo que tener una receta y comprar las cosas para hacerlo. Tratamos de ver qué es lo que hay y aprovecharlo para la comida”, dice Lalita, quien además de ser la encargada de la cocina, su especialización en naturopatía la transmite en los menús.
Siguiendo una misma filosofía sólida con la que inició el proyecto de llevar salud a través del alimento a más personas, la comida que se cocina está hecha con el máximo aprovechamiento de recursos.
Algunas de las características del comedor son:
-Alimento sin consumo de animales
-Platillos equilibrados en sus aportes nutricionales
-Aprovechar los recursos que da la naturaleza
-Sostener un estilo de vida sencillo
-Alimentación consiente y con bajo impacto ambiental
Para Lalita, como naturópata, especializada en el uso de la naturaleza para la sanación, cada platillo que planifica, cocina y sirve no es solamente comida, es su forma de difundir un estilo de vida de bienestar.
El comedor de Alimento para la Vida ha servido también como punto de inspiración para cambios de estilos de vida. Lalita cuenta que anteriormente un joven en aparente situación de calle acudía drogado y solo buscaba comer.
La atención desde la empatía y el respeto lo hicieron un visitante recurrente hasta que comenzó a ir sobrio y un día con interés de hacer voluntariado.
AYÚDATE, AYUDANDO: VOLUNTARIADO
Alimento para la Vida cuenta hoy con aproximadamente 16 personas que desde lo operacional contribuyen a lograr el comedor.
El voluntariado, explica Lalita, es un proceso espiritual que da felicidad, pues enseña a dar y recibir. No es solamente ayudar, es también recibir en forma de agradecimientos, sonrisas y saber que cada actividad que se realiza, por sencilla que parezca, tiene un sentido y contribuye a un propósito.
Como uno de los más recientes logros del comedor, se logró abrir otro punto de distribución más accesible al centro de Coatepec, en la eco-tienda Bhumi, ubicada en la calle Tercera de Lerdo, número 11.
Actualmente se sirven entre 30 y 35 platos en las instalaciones principales de Alimento para la Vida, y de 20 a 25 para Bhumi, a lo que se suman los platillos que se llevan en tuppers, y el proyecto está encaminado a crecer más es su compartir.
Lalita invita a que personas se sumen a contribuir, o dice que con el hecho de ir a comer al espacio ya es un aporte “en energía” y una oportunidad de compartir y difundir, solo necesitas llevar tu plato, cubiertos y vaso o un tupper para llevar a casa.
Desde una silla, contar a más personas del proyecto, donaciones de dinero, difusión en redes sociales, o voluntariado, todo contribuye y es bienvenido.
Las actividades de voluntariado se realizan en Xico, en Nueva Kailash, los martes de 10 a 15 horas. La elaboración de los platos ecológicos con hoja de plátano es en el comedor en Coatepec los jueves, y la ayuda para la “hora de la comida” es todos los viernes de 13 a 15 horas.