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Milenio Digital

El embajador de México en China, Jesús Seade, admitió que las medidas restrictivas impuestas por el gobierno chino son muy pesadas para la sociedad.

ADYR CORRAL

Así lo confirmó a MILENIO el embajador de México en China, Jesús Seade, quien también detalló que los seis mexicanos se infectaron en Shanghái y ya se encuentran fuera de peligro

«Hemos tenido a seis mexicanos que han estado infectados en Shangai y los seis han ido a tratamiento y los seis están fuera de peligro, están recuperándose. En esta ola, en esta racha, que es la que está dura», explicó en entrevista.

Shangai, de acuerdo con los reportes, es la ciudad que más infectados tiene en esta nueva ola que empezó en marzo, y ha continuado durante abril y ahora en los primeros días de mayo. Beijing, por su parte, también ha registrado numerosos casos y estrictas medidas sanitarias.

«En Beijing no está tan dura como en Shangai aunque sí se ha puesto también relativamente difícil, pero en Beijing no ha habido ningún mexicano (infectado)», explicó Seade.

El embajador mexicano descartó que sea una situación que se le esté escapando de las manos al gobierno Chino, pues en su opinión siguen con un control absoluto de la situación que, en cuanto a números de covid-19, sería la envidia de todo el mundo.

Pero admite que para lograrlo, el gobierno de Xi Jinping ha optado por tomar fuertes medidas de control social a las que el diplomático describe ambivalentemente como muy buenas y muy fuertes.

«Muy buenas en en el sentido de que tienen un uso extensísimo de esta maquinita (toma su teléfono inteligente y lo serpentea en el aire) que usted tiene y yo también, pero, aquí no hay quien no la tenga y se usa mucho. Entonces, con el celular instituyeron un régimen de rastreo efectivísimo. Cualquier lugar donde ha explotado un caso, ¡un caso! En los últimos dos años y también ahora, con un caso que surja, ya cierran la manzana, cierran el edificio, según de qué se trate», contó en una entrevista realizada a la distancia entre Beijing y Ciudad de México.

Las medidas restrictivas que se han reportado en la prensa internacional en los últimos meses van, presuntamente, desde la colocación de alarmas en las puertas de las casas donde hay un infectado para monitorear que no salga de su cuarentena, hasta desinfecciones a la fuerza.

Seade admitió que si bien se están tomando medidas drásticas, no se tienen reportes de estos dos ejemplos, pero reveló una más que calificó de peor y que tiene que ver con la colocación de candados en las puertas de edificios completos cuando se identificaba un paciente positivo. Sin embargo, aclaró que las propias autoridades chinas negaron que eso sucediera cuando él pidió una explicación al respecto.

«Sí se toman medidas muy fuertes, esas dos que menciona yo no las había oído, la de las alarmas estas no las había oído. Hay una que he oído que es hasta peor, pero que yo le escribí a las autoridades y la negaron, que es, lo que también se alega, que le meten candado a la puerta de un edificio. ¡Imagínese! Está usted desangrándose o algo, y no, candado. Pero las autoridades me lo negaron, me dijeron ‘eso no se hace, no lo hay'», contó.

Una que sí pasó, de acuerdo con el relato de los últimos meses que el embajador rememora desde su oficina en Beijing, es la separación de familias. Si un niño resultaba infectado era arrebatado de sus padres para ser llevado a un centro de salud.

«Otra, también muy negativa que sí se hizo, pero un poco accidental, y ya se corrigió, fue separación de niños de sus papás bajo la idea de que toda persona infectada tiene que ir a un centro de salud. Ese es el principio, y suena O’K, más o menos, ¿no? Toda persona infectada (…) pero, qué pasa si la persona infectada es un niño de 10 años, lo mandan al centro de salud. Entonces, hubo separaciones, y eso se detectó, se denunció, y ya lo suspendieron», contó Seade a MILENIO.

El embajador admitió que las medidas restrictivas impuestas por el gobierno chino son muy pesadas para la sociedad, llegando incluso a causar penuria económica con tal de mantener al covid-19 a raya.

«Ha sido muy pesado para la sociedad, muy comentado y por supuesto causa penuria económica, social todo esto, sobre todo, para los extranjeros que no estamos acostumbrados. Entonces sí es pesado, pero las cifras no están en niveles alarmantes comparadas a las cifras del resto del mundo», abundó al respecto.

En ese sentido, explicó que los actuales brotes en Shangai y Beijing deben ser vistos en su debida proporción pues son fuertes brotes en el contexto chino, pero no son tan alarmantes si se comparan frente al resto del mundo. Atribuye además el nuevo brote a un contagio masivo desde Hong Kong donde acusó «se les salió de las manos».

«Después de dos años con 30 mil infecciones en total, en 24 meses, ahorita en lo que va de estos últimos dos meses, o sea en marzo y abril 2022, están cerca de los 100 mil casos, eso es enorme para China y los tiene paniqueados. (Pero) eso no quiere decir que sea una cifra enorme en términos absolutos, Alemania por ejemplo, los últimos días ha tenido 120 y 130 mil (casos) diarios (…) ayer, antier, anteantier, 130 mil diarios», matizó el embajador.

A modo de conclusión, Seade reflexionó que si bien son medidas de control social bastante fuertes las que el gobierno chino ha optado por implementar ante la pandemia, esto ha permitido mantener bajo control al virus en las tierras que lo vieron nacer.

«Hay acusaciones que yo no les he visto bases hay otras que sí, pero sí son medidas fuertes sin duda (…) son medidas drásticas las cuales son lamentables, las medidas drásticas son penosas, pero la contraparte es que gracias a ello, gracias a esas medidas, han logrado capotear el covid con un total de tres muertos por millón contra 2 mil 500 por millón en promedio en Europa o en América», sostuvo.