«Fue mi culpa. Iba yo invicto pero no me cuidé. Cansado de dos años de confinamientos, cubrebocas, vacunas, controles sanitarios, formularios y un .largo etcétera, me relajé. Tontamente dejé de utilizar ciubrebocas en algunos eventos cerrados en los que participé. Craso error. Lo admito, por cansancio  y soberbia, me contagié de covid». Es parte de lo que escribe Leo Zuckermann en «Excélsior». Foto de Líderes mexicanos».