En América Latina se dio uno de los cierres de escuelas más prologados en el mundo, lo que afectó a 170 millones de infantes y adolescentes que cursan educación básica. «La crisis educativa no ha terminado, sólo se ha vuelto menos visible», enfatizaron el Banco Mundial, la Unicef y la ONU para la Educación. Señalan que de no tomarse medidas para la recuperación educativa, una generación entera  podría sufrir consecuencias profundas y duraderas. La nota es de Dora Villanueva en «La Jornada». Foto de Otras voces en educación.