A principios de los años ochenta don Francisco Venegas Liñan, «Paco Venegas » para sus amigos, no imaginó que su inquietud de establecer un restaurante-bar fuera a terminar con el paso de los años en un referente histórico  de la convivencia en Xalapa.  A principios de los 90, involucró en el creciente negocio  a su hijo Paco, quien amplió la botana con patitas en escabeche, gorditas, molotes, caldos y otros platillos. Lo publican en «Xalapa Antiguo, análisis y opinión de Jorge Díaz. Texto de Alejandro Ceballos. Foto de Sergio Gómez.