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La Jornada

El organismo pasó de 2 a 2.4 por ciento el estimado de crecimiento de México el año en curso; pero recortó de 2.5 a 1.2 por ciento el del próximo. Esta última es la rebaja más alta entre países emergentes de referencia y apunta a que en cinco años, de 2019 a 2023, la economía del país habrá crecido un promedio anual de 0.04 por ciento, con dos crisis mundiales –la provocada por la pandemia y la derivada de la invasión rusa a Ucrania– de por medio.

“El mundo pronto puede estar tambaleándose al borde de una recesión global, sólo dos años después de la última. La cooperación multilateral será clave en muchas áreas, desde la transición climática y la preparación para una pandemia, hasta la seguridad alimentaria y el sobrendeudamiento”, resumió Pierre-Olivier Gourinchas, director de Estudios del FMI.

Al presentar la actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), el economista explicó que la producción mundial ha caído, al grado de que se espera un crecimiento de 3.2 por ciento este año y 2.9 por ciento el siguiente, ambos por debajo del 3.6 previsto en el documento de abril.

Las proyecciones reflejan el estancamiento en las tres economías más grandes del mundo: Estados Unidos, donde pesa la reducción del poder adquisitivo de los hogares y una política monetaria más restrictiva; China, donde los nuevos confinamientos y la profundización de la crisis inmobiliaria llevarán a la expansión más lenta en cuatro décadas, sin contar 2020, y la zona euro, donde se resiente la guerra en Ucrania y el aumento en las tasas de interés.

La actividad económica se ha desacelerado, pero la inflación no disminuye su velocidad, lo cual ha llevado a una política monetaria más estricta a escala mundial, que “no tiene precedente en la historia”, advirtió Gourinchas.

Imagen de El Financiero.