No es eutanasia, es suicidio asistido. 
Marco Aurelio González Gama.
La verdad es que todas las fuentes informativas y comentaristas de los rotativos del mundo impresos y electrónicos nos fuimos con la finta de la eutanasia del célebre actor francés Alain Delon. Y es que luego de sufrir dos accidentes cardiovasculares, se manejó que el mítico actor se sometería en Suiza, país en el que reside desde hace muchos años, a la práctica conocida como eutanasia. La realidad es que lo que se consideró como un plazo fatal que pondría fin a su vida de manera voluntaria, en realidad fue algo que dispuso el actor a futuro sin definir una fecha específica para tal efecto. Para empezar, en Suiza no está permitida la eutanasia. Al residir en el país helvético en todo caso tiene derecho a ejercer un suicidio asistido. Para ello, es necesario manifestar expresamente su deseo de someterse a éste. En tal sentido, le pidió a su hijo, Anthony Delon, que iniciara los trámites para someterse en un «futuro indefinido» a un suicidio asistido. Pese a que la creencia común es de que la eutanasia es legal en Suiza, la realidad es que lo que está permitido es el suicidio asistido. La diferencia fundamental radica en que, con el procedimiento de la eutanasia, el medicamento es aplicado por el médico, mientras que, con el suicidio asistido, la medicación es suministrada por el mismo paciente. Luego entonces, Delon deberá tomar, en su caso, el medicamento, mismo que se utiliza en las personas condenadas a la pena de muerte, que es un potente sedante que duerme el sistema nervioso y provoca la muerte en minutos. Pentobarbital sódico sería el fármaco letal que conduciría al sueño eterno al afamado actor francés. Hasta el momento su familia no ha oficializado fecha para el procedimiento. O sea que, como quien dice, su inesperado y fatal final está en stand by. Mientras, con todas sus afecciones, el otoñal galán sigue vivito y coleando.