Desde el mirador: Manolo Santiago..

Oteo desde lo alto de la terraza
la agitada marisma verde
de los flamboyanes:
Llameantes árboles de fuego,
hojas en encrespado oleaje,
acometidas frondosidades agitadas.

En el entrevero de sendas
que cruzan robustos ramajes

surgen cien barcas anaranjadas,
cien naves de encendidas flamas,
cien ágiles flores turgentes
de tupidos pétalos,
granates y sangrientos.

Que se hunden y flotan,
que encallan y revuelan

en las aguas del viento.

Foto de Víctor León.