Tratados de Córdoba
Agustín Basilio de la Vega

El segundo documento fundacional del Estado Mexicano fueron los Tratados de Córdoba firmados entre Don Agustín de Iturbide y Don Juan de O´Donojú, seis meses después de proclamado el Plan de Iguala, el día 24 de agosto de 1821. En este documento se reconoció la independencia del “Imperio Mexicano” y la existencia de un ejército que lo defendía.
O´Donojú había llegado como teniente general y jefe superior de la Nueva España al puerto de Veracruz para representar los intereses de la metrópoli, y al ver que estaba perdida la guerra, se entrevistó en la villa de Córdoba con Iturbide, quien era jefe del ejército imperial de las Tres Garantías.
En los Tratados de Córdoba se reconoció la independencia, se estableció que “El gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado” y que sería llamado a reinar “previo juramento que designa el artículo 4º del plan (de Iguala)” el Rey don Fernando VII, o su hermano o algún familiar o el que las Cortes designen.
En dichos tratados se estableció que la capital del imperio sería la ciudad de México y que mientras se recibía la respuesta de España, se nombraría inmediatamente conforme al Plan de Iguala, una “Junta Provisional Gubernativa”.
Una de las primeras tareas de la Junta Provisional Gubernativa sería llamar a elección de los diputados a las Cortes para formular la Constitución del “Imperio Mexicano”, luego, la elección de su propio presidente y posteriormente, nombrar una regencia compuesta de tres personas en quien residiría el poder ejecutivo para gobernar en nombre del monarca, “hasta que este empuñe el cetro del Imperio”.
En el artículo 12 se especificó que “Instalada la Junta provisional gobernará interinamente conforme a las leyes vigentes en todo lo que no se oponga al Plan de Iguala, y mientras las Cortes formen la constitución del Estado”.
Aquí hay que recordar que Hidalgo inició la lucha de Independencia en 1810 en contra mal gobierno integrado por los “Gachupines” que apoyaban al gobierno de la metrópoli impuesto por Napoleón Bonaparte. Los insurgentes no estaban en contra del rey de España, ni de las leyes liberales promulgadas en Cádiz, por lo cual se gobernaría con éstas hasta tener las propias.
También se acordó que todo americano o peninsular quedaba “en el estado de libertad” y se comisionó a Don Juan de O’Donojú para que las tropas españolas, que guarnecían la ciudad de México, se rindieran y salieran del país.
Fue así como en los Tratados de Córdoba se consolidó lo expuesto en el Plan de Igual: la independencia, la unión y la religión. Pasaría poco más de un mes para que el Ejercito de las Tres garantías entrara triunfante en la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 con lo que en definitiva se consumó la Independencia.
Recientemente, el Banco de México puso en circulación un billete de $20.00 de color verde, blanco y rojo que conmemora los 200 años de la consumación de la independencia nacional. Allí se puede apreciar la escena en la que Iturbide, al frente del Ejercito de las Tres Garantías, entra pacíficamente a la capital de nuestro país y es recibido con gran jubilo y felicidad.
Twitter @basiliodelavega 12 de septiembre de 2022