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La Jornada

Julio Gutiérrez.

En agosto el consumo tuvo una caída de 1.5 por ciento comparado con el mes inmediato anterior, impulsado por la reducción del sector de bienes, los servicios de entretenimiento y el segmento de bienes para el cuidado personal. Foto Roberto García Rivas / Archivo

En agosto el consumo tuvo una caída de 1.5 por ciento comparado con el mes inmediato anterior, impulsado por la reducción del sector de bienes, los servicios de entretenimiento y el segmento de bienes para el cuidado personal, dio a conocer BBVA México.

De acuerdo con el indicador de consumo BBVA, que mide las operaciones realizadas en sus sistemas, el sector de bienes se contrajo 2.3 por ciento; el de servicios y entretenimiento 9.9 por ciento y el segmento de bienes para el cuidado de la salud cayó 4.9 por ciento, mientras que el sector de alimentos mostró nulo crecimiento con respecto al mes previo.

“La contracción del segmento de bienes es la mayor registrada desde diciembre de 2020, en un entorno de alta inflación y una política monetaria más restrictiva, en deterioro del poder adquisitivo de los hogares y su capacidad de endeudamiento”, dijo BBVA.

En tanto, detalló que el segmento de servicios mostró un crecimiento apenas positivo, de 0.3 por ciento con respecto al mes anterior; el de entretenimiento redujo 9.9 por ciento y con modestos crecimientos el sector de hoteles avanzó 1.3 por ciento y el de restaurantes 1.2 por ciento.

Por su parte, el gasto en aerolíneas se contrajo 9.8 por ciento, la mayor caída desde mayo y en lo que respecta a las ventas por tipo de establecimiento, el gasto en tiendas físicas cayó 0.9 por ciento, mientras que el gasto en establecimientos on-line se contrajo 7.5 por ciento, la cifra más baja desde febrero de 2021.

El gasto en gasolina como referente de movilidad mostró una disminución mensual de 2.6 por ciento, la mayor contracción desde enero de 2022.

En este sentido, BBVA refirió que, tras el rápido crecimiento del consumo en la primera parte del año, los datos apuntan hacia una rápida desaceleración del gasto, anticipando una contracción del consumo privado en el tercer trimestre de este año; mientras que el gasto acumulado de julio a agosto muestra una caída de 2.1 por ciento con respecto a los dos primeros meses del segundo trimestre del año.

“Anticipamos que la debilidad del consumo privado se extenderá hacia lo que resta del año y con mayor profundidad en 2023, en un contexto de mayores precios y altas tasas de interés”, agregó el banco.