Lugar:
Fuente:
La Jornada

A mediados de 2021 el Banco de México inició el aumento de tasas de interés para combatir el encarecimiento de precios.

 La política monetaria implementada por el Banco de México desde mediados del año pasado ha tenido efecto en disminuir la inflación en el país, pero un balance más acabado y “su máximo impacto” no se tendrán sino hasta entre 18 y 24 meses desde que comenzaron los incrementos en la tasa, advirtieron especialistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

México comenzó a aumentar su referencia de política monetaria a mediados de 2021, dado que ya se resentían presiones inflacionarias, pero luego vino la guerra en Ucrania que implicó un nuevo choque sobre los precios, así que ahora es “demasiado pronto para ver todos los frutos de este incremento en las tasas (de interés)”, explicó Anna Ivanova, subjefa de división en el Departamento del Hemisferio Occidental del organismo.

En conferencia de prensa, la especialista detalló que la política monetaria ahora se encuentra en terreno restrictivo —lo que implica desacelerar la demanda y con ello reducir el crecimiento de la actividad económica—, pero ha contribuido a reducir la inflación, efecto que será más notorios entre 18 y 24 meses desde que se inició con el alza de tasas, hace 15 meses, en junio del año pasado.

Sumada a las presiones sobre el crecimiento que tiene la política monetaria interna, México resentirá el menor crecimiento en Estados Unidos por su vinculación con esa economía, particularmente a través de la las remesas, el comercio y el turismo, añadió la economista.

Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, reiteró que tanto en México como en otros países de América Latina y el Caribe, “la alta inflación persistirá por algún tiempo”, pese a menores tasas de crecimiento; además se enfrentan crisis sobre crisis: la pandemia, el encarecimiento de bienes derivado de la invasión a Ucrania y ahora condiciones financieras mundiales más restrictivas que ponen a algunas economías al filo de un choque de deuda.

Sin embargo, por su experiencia con crisis inflacionarias y financieras, los países de la región han tenido políticas monetarias lo suficiente estrictas para evitar que sus monedas se deprecien frente al dólar, al tiempo que mitigan el encarecimiento de productos, reconoció Goldfajn.

Tal es el caso, que en las Perspectivas de la Economía Mundial recién presentadas por el FMI, se muestra que en medio de una mayoría de monedas depreciadas frente a la estadunidense, Brasil y México han visto que su real y peso, respectivamente, se apreciaron en lo que va del año.

El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI enfatizó que “la política monetaria debería mantener el rumbo y no relajarse prematuramente”, dado que hasta ahora ha dado resultado. Reconoció que, si bien, “establecer una política monetaria en medio de una gran incertidumbre es un desafío, tener que restaurar la estabilidad de precios más adelante si la inflación se afianza sería muy costoso”.

Sobre el riesgo financiero advirtió que las entradas de capital a los mercados emergentes se están desacelerando y los costos de los préstamos externos van en aumento, por lo que un financiamiento más costoso pondrá a prueba las finanzas públicas de la región.

Foto de El Financiero.