Melchizedek Méndez Lobato es un joven dedicado a la elaboración de globos gigantes bajo pedido. Vive en Zozocolco, un municipio de la Región Totonaca en el norte de Veracruz en donde esta actividad ya forma parte de su identidad cultural.
Él aprendió a elaborar globos gigantes por su papá, un entusiasta de esta forma de arte que, con el transcurrir de los años, se ha convertido en un festival de talla internacional con visitantes y artesanos de diversos países como Colombia.
“Melchi”, sus amigos y su novia acaban de formar el equipo “Cántaros Zozocolco”. Juntos elaboraron un majestuoso globo de 16 metros alusivo a la cultura egipcia y con éste participaron en el Décimo Festival Internacional de Papel de China 2022.
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Su equipo resultó el ganador de la categoría libre, la recompensa a los dos últimos años en los que el joven se ha dedicado a perfeccionar su técnica.
“Melchi” elabora además globos gigantes bajo pedido para festejos privados como bodas y bautizos. Sin embargo, la confección va cambiando con el tiempo y no es nada fácil, reconoce.
TRADICIÓN FAMILIAR
Hacer globos de papel se ha vuelto una pasión para “Melchi”. La herencia viene de su padre, otro globero reconocido en la zona.
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El joven cuenta que su papá acumuló al menos 15 años dedicado a la elaboración de las artesanías de papel en la zona que se ha convertido en un referente internacional, aunque a la fecha, se encuentra retirado.
Y como dicta aquel famoso proverbio chino, el alumno está superando al maestro y las enseñanzas del padre de “Melchi” ya dan sus frutos.
“De ahí fui mejorando las estrategias de pegado y elaboración de globos. Desde hace 15 años él empezó, fue de los primeros, pero ahora tiene tiempo que ya no participa”, cuenta.
El joven comparte que, en su momento, su padre también participaba en los festivales internacionales celebrados en el municipio, en los que más de una vez se hizo acreedor a los primeros o segundos lugares.
El padre del joven era bastante reconocido por la técnica que utilizaba en la elaboración de los globos, técnica que en la actualidad es difícil de imitar, pues los globos de hoy tienen una sola boquilla, es decir, el ensamble que llevan para lograr ser elevados es más simple que el que su padre creaba.
Sin embargo, ni “Melchi” ni muchos en Zozocolco conocen el momento exacto en que esta tradición tomó los tintes de una competencia de talla internacional, pero ahora pasa de generación en generación.
TRABAJO QUE LLEVA MESES
El trabajo previo de diseño y planeación inicia meses antes y la manufactura de los globos, entre dos y tres semanas previas a la competencia que ahora tuvo lugar este fin de semana.
“Melchi” y su equipo dedicaron dos semanas completas a la elaboración del gigante de 16 metros hecho con papel china, pegamento, cinta adhesiva y filamentos, otra especie de cinta que lleva hilos en la estructura.
Debido a las ocupaciones personales de cada integrante del equipo, el tiempo dedicado no distinguía entre el día o la noche, las mañanas o las tardes.
“Como en un horario de 7 -de la noche- a las 3 o 4 de la mañana. O empezar temprano desde las 7 hasta las 2 de la tarde”, cuenta.
Los jóvenes gastaron alrededor de 3 mil 500 pesos tan solo en la materia prima para la elaboración, sin contar los gastos extras por adquisición de gas para la elevación.
Este gigante es producto de un trabajo en equipo que encuentra su punto cúspide en el momento preciso de elevarlo al cielo; ahí, en la explanada de la iglesia de San Miguel Arcángel, todos y cada uno de los miembros saben lo que tienen que hacer.
Esta es la segunda ocasión que Los Cántaros de Zozocolco participan en la competencia local, en la categoría libre, pues el equipo se ha dedicado más a elaborar globos bajo pedido y para eventos especiales particulares.
De hecho, el perfil en redes sociales del equipo participante muestra algunos de sus trabajos realizados a lo largo de los últimos meses.
Los jóvenes han elaborado verdaderas esculturas que van desde los cuatro hasta los 13 metros de alto. En sus trabajos se mezclan las formas geométricas lo mismo que con rostros mayas o de alguna figura de ficción.
Los colores son mezclados para dar vida al papel china y volverlo en toda una experiencia donde se observan otras figuras como mariposas, estrellas, picos o flores.
También hay trabajos más sencillos dependiendo de la necesidad del cliente. Colores básicos con leyendas sobre la celebración, tamaños más pequeños, trabajos más sencillos, aunque todos importantes.
Naturalmente, a diferencia de la elaboración de un globo para un evento particular, la competencia de este año estuvo llena de tensión en todo momento.
FESTIVAL INTERNACIONAL
En la competencia participaron como expositores equipos de otros países, como “Mitos y Leyendas” que llevan casi una década haciendo y elevando globos.
En México han participado en diversos estados y ciudades, incluido Zozocolco, donde llevan 7 años participando en diversos festivales.
“Nosotros traemos todos los globos listos de Colombia, los hacemos tres o cuatro meses antes para concursar o para temas de exhibición”, cuenta Alejandro Rodas de 36 años, uno de los integrantes del equipo.
El globero relata que desde los cuatro o cinco años los niños empiezan a aprender la técnica de elaboración, aunque propiamente en la región de Medellín donde sigue la tradición, prácticamente está prohibido elevarlos ante la posibilidad de desatar un incendio.