Saredi rompe estereotipos al ser la única mujer que se dedica a la albañilería en Xalapa. Con su trabajo que tanto le apasiona logró independizarse de su pareja y es ahora el sustento de sus dos hijos e hija. Un accidente mientras pintaba le imposibilita hoy mover su mano derecha, por lo que pide ayuda de la sociedad para comprar uno de los 50 boletos del sorteo de un microondas, dinero con el pagará los gastos de la casa hasta recuperarse.
La madre soltera de 35 años busca diario ser contratada para trabajos de albañilería, fontanería y hasta electricidad en Xalapa y sus alrededores. Todo el dinero lo usa en los gastos de la escuela de sus hijos menores de edad y de la casa en la que viven solamente los cuatro, pues tras separarse de su pareja en 2020, el sujeto poco se ha responsabilizado por aportar recursos, como una forma de “castigo” por independizarse.
Se cumple una semana en que no ha podido trabajar, lo que se traduce en gastos que poco a poco se han acumulado. El lunes 14 de noviembre estaba pintando un departamento en Xalapa cuando se volteó el soporte en el que estaba parada. Narra que sus compañeros la auxiliaron, pero el dolor en su muñeca era demasiado.
Como ‘albañila’, Saredi se sobrepone a crisis de la pandemia en Xalapa
Saredi fue atendida por un médico y al día siguiente le hicieron estudios. El resultado no fue favorecedor: el radio de su muñeca estaba fracturado por lo que requirió ser inmovilizada con yeso. “Estos días me definen si deciden los médicos operarme”, dijo la joven preocupada por los gastos próximos.
Para solucionar de emergencia, Saredi ideó organizar la rifa de un microondas que se ganó por parte de la empresa Cementos de México (Cemex). El artículo esta intacto todavía en su caja y espera poder vender los 50 boletos con un valor de 80 pesos cada uno.
Su hija de 10 años, y los de 13 y 15, son su mayor motivación para buscar formas opciones de generar dinero. Poder pagarles la escuela y buenas condiciones en el hogar son la forma de Saredi de responder a la madurez de los tres, pues asegura que ellos estudian, ayudan a cocinar, limpiar y llevar a su hermana menor a la escuela primaria.
“Los gastos de la familia yo lo absorbo con mi trabajo… la renta, los servicios, la comida, la escuela, etc. Y si no trabajo ¿cómo le hago? Es muy frustrante como mamá, por más que quiera, no poder seguir trabajando. Siempre he dicho que la única forma de salir adelante es trabajando y ahora así ¿cómo?”, dice Saredi.
En el perfil de la madre ya está publicada en Facebook la rifa con la dinámica de compra de boletos. El microondas tiene un valor de aproximadamente 2 mill 900 pesos en compra en línea y hasta ahora se han vendido 17 de los 50 boletos que Saredi espera vender, cada uno con un valor de 80 pesos.
Las personas interesadas en apoyar con depósitos o la compra de un boleto pueden hacerlo directamente en el perfil de Facebook de Saredi: https://www.facebook.com/saredisaredihf/posts/2218823858289766 o al número: 2281964861.
Saredi se sobrepuso a la pandemia con la albañilería
La madre soltera parte de la cifra de un millón 600 mil personas que perdieron su empleo en el país durante el inicio de la pandemia por covid-19, en los primeros tres meses del 2021. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las mujeres fueron las más afectadas laboralmente.
El 84% de las personas que salieron de la fuerza laboral en México fueron mujeres. Un millón, 363 mil, 287 se quedaron sin trabajo, cifra que alarma si se compara con la de hombres, que no supera ni el millón: fueron 266 mil, 547.
La joven mantenía su matrimonio por miedo a la incertidumbre de no tener un ingreso económico propio, pues su esposo era la principal fuente de ingresos en casa con sus hijos mientras ella tenía un negocio de hot-dogs afuera de Classico, un conocido centro nocturno que se ubicaba en la Avenida Ávila Camacho del centro de Xalapa.
Fue en febrero del 2020 que decidió terminar su relación sin esperarse que meses más tarde perdería su empleo. La pandemia provocó el cierre de múltiples negocios, incluido Classico. En consecuencia, Saredi perdió su único ingreso: “Ya después de pasar la etapa de no saber qué hacer, de estar perdida en el limbo, dije: yo sé hacerlo (albañilería)”, relató en entrevista.
El padre de Saredi dedicó su vida a la albañilería, por lo que desde temprana edad ya estaba en contacto con obras de construcción y a su ahora exmarido le ayudaba como chalán.
En medio de la crisis por pagar gastos, la madre soltera decidió emprender su negocio de albañilería y romper estereotipos. Asegura que ver a sus hijos con hambre o antojos de dulces fue su principal motivación para conseguir dinero con un trabajo honesto.
A dos años que inició su negocio ahora tiene un equipo de trabajo que la apoya en las construcciones en Xalapa y municipios aledaños. El gusto por la construcción Saredi lo describe como una pasión. “Si yo hubiera estudiado seguro hubiera sido ingeniería o arquitectura”.
fm