«En la selección presidencialista  en que me tocó intervenir, quedaron al final dos precandidatos: Javier García Paniagua y Miguel de la Madrid. Había quien opinaba que García Paniagua era un hombre fuerte, con una personalidad y una sabiduria popular  muy peculiar,  que tenía una influencia importante sobre el Ejército, no sólo por el prestigio de su padre, el General, sino por sus valores personales, y que iba a poner orden en el país. . Por otro lado, los factores que pesaban eran que si el problema con el que yo iba a dejar  el país eran fundamentalmente financieros, mi sucesor tenía que ser un especialista en finanzas. Y este fue el factor que al final más contó,  además de que De la Madrid superó la prueba básica del Plan Global de Desarrollo». Se lo dijo el ex-presidente José López Portillo a Jorge Castañeda, en entrevista,  y fue publicado en el libro de éste: «La Herencia». Foto de «Medium».