Antes del juego de la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia, el Papa Francisco expresó: «Nuestros mejores deseos a los campeones, pero los invito a vivirlo con humidad. Y lo que no ganen a vivirlo con alegría». Pero ni los argentinos lo vivieron con humildad, ni los franceses lo vivieron con alegría. Es más, estos últimos han recolectado más de 200 mil frimas pidiendo a la FIFA que repita el juego, porque dicen:  «el árbitró ayudó indebidamente en dos ocasiones a Argentina».