«Al empezar la noche de bodas Meñico Maldotado le dijo a Pirulina, su flamante mujercita: «¡Entrégame el cofre donde guardas tu más íntimo tesoro!» Respondió ella: «Por mí puedes tomarlo, pero no estoy tan seguro de que puedas abrirlo con esa llavecita». Lo escribíó Catón en «Reforma».