Lugar:
Fuente:
La Jornada

En la semana, el peso cotizó por debajo de las 19 unidades por dólar. Foto Yazmín Ortega Cortés / Archivo

En entrevista con La Jornada, la académica indicó que la “sobrevaluación” de la moneda nacional se explica en cierta medida por “la estrategia de consolidación y fortalecimiento de la región (de América del Norte) y la estrategia de proximidad con Estados Unidos y Canadá”, a través de una estrategia de nearshoring, es decir, la práctica empresarial de transferir parte de sus operaciones o producción a países cercanos.

“Si escuchamos a los tres presidentes (en la recién terminada Cumbre de Líderes de América del Norte), da la impresión de que hay una luna de miel en pleno apogeo, a pesar de que se están dirimiendo varios temas, como la política petrolera, y eso le da mucha certeza al gran capital”, indicó.

Otros factores que inciden en la actual valuación del peso son el hecho de que “México es uno de los pocos países que sale sin deuda de la pandemia, y aunque le costó recobrar el crecimiento un año más que a otras naciones, lo pudo hacer. Además, parece que sí está funcionando el tema de los pagos que se le da a los adultos mayores” a través de programas sociales, como un mecanismo para ampliar el mercado interno.

“En la parte económica, ninguna variable se salió (de control), pese a la pandemia y las catástrofes, y eso combinado con un arraigo muy alto del presidente (Andrés Manuel López Obrador), le da certeza al gran capital. Además, sigue la reactivación del turismo y las remesas. En términos económicos, diría yo que le ha ido bien a este régimen, aunque hubiéramos esperado que hubiera más gasto”, apuntó.

Cuestionada sobre los posibles escenarios futuros para el peso, Levy señaló que “una moneda tan sobrevaluada no es la mejor opción a largo plazo, pero en el contexto inflacionario, de guerra y de escasez que enfrentamos, es una vía para que la inflación no se descontrole”, aunque la actual cotización frente al dólar “debe irse modificando de acuerdo al escenario internacional”.

Luego de enfatizar que la estrategia de nearshoring le da a México “un poder de negociación más fuerte” ante Estados Unidos y Canadá, la investigadora llamó al gobierno del país a “generar mayor gasto público que dinamice los sectores productivos estratégicos”, además de apoyar más a las pequeñas y medianas empresas, en vez de basar sus expectativas únicamente en la inversión extranjera directa, que “no es la salida para el crecimiento, porque ha generado un crecimiento magro y de bajos salarios”.