Foto: Tomada de Twitter..
El caos social y político que comenzó a inicios de diciembre ha dejado 45 muertos en choques entre manifestantes y la policía.
Perú buscaba salir el viernes de un «caos nacional» debido a disturbios y choques de manifestantes con la policía, el cierre de una mina y el incendio de un histórico edificio en Lima durante una ola de protestas contra el gobierno, la más violenta en dos décadas que ha puesto a prueba la democracia del país.
El caos social y político que comenzó a inicios de diciembre ha dejado 45 muertos en choques entre manifestantes y la policía; mientras que otras nueve personas fallecieron en accidentes vinculados al bloqueo de vías durante las protestas.
Y el conflicto golpeó al clave sector minero, luego de que una unidad de cobre de Glencore anunció el cierre temporal de su operación tras el ataque de manifestantes que pedían, entre otras cosas, la renuncia de la presidente Dina Boluarte, una de las demandas en las protestas.
Perú es el segundo mayor productor mundial de cobre.
Asimismo, una casona de un siglo de antigüedad en el centro de la capital quedó reducida el viernes a cenizas por un incendio tras enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El edificio de cuatro pisos, ubicado a pocos metros de la Plaza San Martín, foco de las manifestaciones, fue pasto de las llamas la noche del jueves y pese a que ya se controló el fuego, los bomberos seguían arrojando agua para evitar que se reactive.
«Hemos perdido un valor monumental, es lamentable que no se haya fijado el daño que se le pueda hacer a la ciudad», dijo el jefe de los bomberos de Lima, el comandante Mario Casaretto, a la estación de televisión Canal N, frente al edificio afectado.
Versiones difundidas en redes sociales de manifestantes o de políticos de izquierda que apoyan las protestas apuntan a que el incendio fue provocado por una bomba lacrimógena lanzada por la policía durante los violentos enfrentamientos.
El gobierno ha rechazado esas acusaciones, en momentos en que se demanda además en las protestas el cierre del Congreso, rápidas elecciones anticipadas y una nueva Constitución.
Las protestas estallaron luego de la destitución y arresto el 7 de diciembre del expresidente izquierdista Pedro Castillo, que intentó de forma ilegal disolver el Congreso. En las protestas se pide también la liberación del exmandatario