Siempre he creido en el equilibrio como eje central en la actuación en nuestra vida. El equiibrio emocional para no dejarse llevar por arrebatos indebidos. El equilibrio en las opiniones y decisiones para actuar con prudencia, con moderación, con justicia. El equiibrio al juzgar a otra personas; poner en la balanza los pros y los contra de toda una vida o todo un trabajo profesional. Me declaro partidario de los pensamientos y enseñanzas de Aristóteles. Imagen de «Zenda».