En nuestra capital existen- como seguramente en todo el mundo- doctores y doctoras que son muy enojones. Pueden ser buenos médicos pero son muy descorteses y autoritarios en el trato con sus pacientes. Hay algunos que los aguantan por que los han mantenido sanos, pero hay otros pacientes que después de la primera consulta y experiencia buscan un buen doctor o doctora que además sea amable, y si la curacion es larga que hasta se vuelva un amigo Imagemn de «Dreamstime»