El hombre fuerte en el INE, el más importante en su operación y en la buena evaluación del INE  (anoche, en «La Hora de Opinar» Javier Tello, quien normalmente simpatiza con la 4T, llamó al INE como un «orgullo mexicano» y «representantivo de  nuestro nacionalismo»),  no es su Presidente Lorenzo Córdova, ni Ciro Murayama, sino el Secretario Ejecutivo del Organismo, Edmundo Jacobo Molina,  quien ha sido  el responsable en los últimos casi 9  años de la organización de las elecciones que han producido la alternancia de partidos. Tan pronto el presidente López Obrador promulgue las otras cuatro leyes del Plan B electoral, automáticamente dejará el cargo, aunque ha dicho que va a impugnar su salida. De inmediato será sustituido temporalmente por uno de los Directores Generales, se habla del Director de Capacitación Electoral, Roberto Heycher Cardiel, y  en mayo se nombrará al titular definitivo.