«Callar sobre uno mismo es humildad, Callar sobre los defectos de los demás es caridad. Callar cuando se está sufriendo es heroismo. Callar cuando otro habla es delicadeza. Callar cuando no hay necesidad de hablar es prudencia. Callar cuando Dios nos habla al corazón es silencio..   Hablar de uno mismo es vanidad. Hablar debiendo callar es necedad. Hablar oportunamente es un acierto. Hablar para defender es compasión. Hablar con sinceridad es rectitud.  Hablar para rectificar es un deber». Lo escribió Oswaldo A. Altamirano y el correo lo envió el CP Norberto Sánchez.  Imagen de Facebook.