¡Que viva México! Luis Estrada lleva su sátira social a los cines

Un retrato sobre la polarización, la intolerancia, el clasismo y racismo que se vive en tiempos modernos; la película cuenta con las actuaciones de Alfonso Herrera, Damián Alcázar, Ana de la Reguera, Joaquín Cosío entre otros.

Con La ley de Herodes, Luis Estrada abrió la brecha para una serie de películas que dejaron un testimonio del ejercicio del poder en este país; 24 años después, el cineasta está de regreso en las salas de cine con una nueva historia, esta vez, enfocada en señalar la polarización e intolerancia del mexicano. ¡Que viva México! estrena este 23 de marzo.

“La película es divertida, pero también polémica y provocadora; es incorrecta políticamente y habla del tema que nos está devorando a todos como país, que nos está carcomiendo; en todas las familias hay polarización, porque unos creen que López Obrador es el mejor presidente del mundo y otros creen que es satanás”, comentó Luis Estrada a MILENIO.

“Es algo que vivimos todos los días y las redes sociales son ese termómetro que nos dice que este país está a punto de reventar, porque ya nadie se queda en medio, ya nadie se sienta a pensar, o estás conmigo o estás contra mí, y luego vienen los improperios y luego viene la vulgaridad y esta cosa horrible en la que estamos viviendo”, agregó el director.

Una sátira de la familia mexicana

¡Que viva México! cuenta la historia de Pancho Reyes (Alfonso Herrera), un hombre que vuelve a su pueblo de origen para reclamar la herencia de su abuelo, situación que lo pone en conflicto con su familia, interesada en quitarle su fortuna de lingotes de oro. La película, a decir de su protagonista, es una metáfora de lo que es este país y sus habitantes.

“Pancho es como los mexicanos, refleja una parte de la sociedad mexicana, cuando leí el guion lo platicaba mucho con Luis, le decía “es que creo que Pancho puede ser esto” y Luis solo me veía con ojos de “no acabas de entender por dónde va”, hasta que me cayó el veinte y le dije claro, “Pancho somos todos” y Luis me dijo “bingo”, explicó Alfonso Herrera.

Esta película es un fresco multicolor donde todos nos vamos a ver reflejados y cada miembro de la familia Reyes es un arquetipo de la sociedad mexicana; por un lado, es una película divertida, pero por otro, el espectador puede generar una reflexión muy profunda sobre lo que es la idiosincrasia de nuestra sociedad”, agregó Herrera respecto al filme.

Foto: Especial
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Los vicios del poder

Desde los inicios de su carrera como director, Estrada entregó sus personajes protagónicos a Damián Alcázar, no solo los correspondientes a la pentalogía de La ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y ahora ¡Que viva México!, su relación laboral y amistosa se remonta a varios años atrás, con Bandidos, la cual filmaron en 1991.

“Luis tenía muy claro lo que quería desde que comenzó el guión, dijo “va a ser la sociedad, ahora le vamos a dar duro al ciudadano”, por su intolerancia, por su racismo, por su clasismo, por su envidia, su arribismo, porque ahí está, Pancho es el mexicano”, explicó Damián Alcázar, quien da vida a tres personajes, incluido Rosendo, el patriarca de los Reyes.

Y no solo Pancho, cada uno de los personajes que conforman la familia Reyes representan los estereotipos del mexicano, “el resto de los personajes son esa representación de los mexicanos, pero no todos somos la beata, no todos somos el sacerdote, no todos somos el político o el borracho, pero Pancho sí somos todos y de eso va la crítica”, agregó el actor.

La película hace referencia a la fábula de los cangrejos mexicanos metidos en una cubeta, en la que, si uno intenta salir, los demás lo jalan para impedirlo. Pero la historia no sólo lanza una crítica directa a esta lastimosa realidad social, también es una sátira de la religión y de lo que ocurre con la esfera política, como suele ser con cada filme que Luis presenta.

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“Es real que el éxito de Pancho causa envidia su familia y su fracaso es nuestra felicidad, aquí no dejamos crecer a nadie, le tenemos envidia y lo queremos tumbar, lo queremos sabotear, ganar más que él y ser mejores, eso es una cosa rarísima del mexicano y esto está representado en Pancho y en cada personaje, pobre Pancho, pobre México”, dijo Alcázar.

“Es un gran espejo para que la sociedad mexicana se vea. Ahí está la polarización, la confrontación social, todo reflejado en una familia ficticia que es esa gran familia mexicana, nuestra sociedad; y todo a través de una historia que es una especie de tres huastecos, que representan los principales pilares sociales: la familia, la política y la religión”, agregó.

Foto: Especial
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De Hollywood al set de Estrada

Cuando Ana de la Reguera recibió el guión de ¡Que viva México! pensó de inmediato en cumplir un sueño: trabajar con Luis Estrada. A pesar de tener en puerta el rodaje de su serie autobiográfica, la actriz puso una pausa a su proyecto personal y volvió a México para dar vida a Mari, la esposa de Pancho, aunque no era el rol para el cual fue convocada de inicio.

“Me fui a otro país para que Luis me llamara, literal, mi único sueño era que me llamara; tenía mi serie que es algo que escribí y produzco, y las fechas se empalmaban, pero moví absolutamente todo para hacer esta película, dije: ‘Es mi sueño, no puedo creer que me está hablando para su película’, recordó Ana de la Reguera.

“Estaba en Los Ángeles y leí el guión en una noche, me habían ofrecido otro personaje, después cambiaron las cosas y me ofreció a María, porque yo iba a ser a Gloria, la güila, y me encantaba porque nunca he hecho un personaje así, pero acabé muy Fendi y muy elegante”, agregó la actriz haciendo referencia a una escena en la que menciona la marca italiana.

Durante la entrevista, tanto Ana de la Reguera como Luis Estrada bromearon respecto al atuendo de la actriz. Ana terminó siendo la mujer elegante de la película y usando marcas de lujo, pero los atuendos que suele portar en cada evento al que asiste no se quedan atrás, “tú sabes cuánto dinero hay metido aquí”, dijo Luis como una broma sobre el outfit de Ana.

“Hay más presupuesto que en la película”, agregó el cineasta para ser interrumpido por Ana, quien con un “sí, de hecho, sí”, a modo de broma continuó con el halago y reafirmó su encanto por el personaje, “Mari me encantó, la conozco, sé quién es, crecí siendo medio Mari; al final las cosas se acomodaron y terminé interpretando a este personaje”.

Un blockbuster mexicano

Después de negociar con Netflix los derechos de distribución de su película ¡Que viva México! Luis Estrada encontró al aliado perfecto que a partir del 23 de marzo hará posible que su sátira social y política llegue a las salas de cine. Sony adquirió los derechos de exhibición cinematográfica a nivel nacional con presencia en más de 3 mil pantallas.

“Soy muy necio, un cabeza de piedra y desde el momento que comencé esta película tenía un objetivo: estrenar en salas de cine, porque el cine es tradición, forma parte de nuestra cultura e idiosincrasia. Sí, las plataformas son fantásticas para dar vida a las películas, pero siempre tuve el deseo y la necesidad de que la películas se vea en el cine”, dijo Estrada.

Desde el anuncio de Sony, la película ha tenido un tratamiento de blockbuster, con entrevistas presenciales y una premiere glamurosa que enmarca su próxima parada en cines, pero “no ha sido fácil, lo de blockbuster lo veremos con los resultados de taquilla, porque sigue siendo un misterio, es un reto enorme que una película se lance de este tamaño”, dijo.

“Somos afortunados y hacemos lo que nos gusta, pero el cine mexicano ha estado muy complicado después de la pandemia y el hecho de que esta película se lance de una forma tan ambiciosa es importante para la industria y para que el que público reconecte con su cine, por mi parte estoy muy nervioso, porque me juego todo con esta película”, agregó.