ESPERO HACERTE BOSTEZAR
Por: Alberto Calderón P.
Sí aunque parezca extraño el bostezar cuando otra persona lo hace es una forma de empatía, esto fue descubierto en 1958 por el neurólogo francés Jaques Babizet, quien basado en múltiples observaciones determinó que las personas que tienen poca empatía no se contagian de un bostezo.
Esto no es la base de una simple observación, equipos como los escáneres cerebrales muestran cuando una persona ve bostezar a otra y de inmediato se activan las regiones cerebrales comprometidas con la interacción social, incluso las mascotas como los perros bostezan cuando lo hacen sus dueños y es que la profunda inhalación acompañada de un estiramiento de la mandíbula, exhalando y de inmediato cerrando la boca.
A pesar de ser un acto físico en la naturaleza de todos los vertebrados, socialmente es mal visto ya que lo interpretamos como una falta de interés en un diálogo, sesión u otro tipo de reunión, pero aparte de ser un acto relacionado con el sueño, existen varios motivos por los que bostezamos, cuando estamos cansados, cuando tenemos hambre, pero también lo hacemos cuando tenemos una situación comprometida como el miedo, se dice por ejemplo que los leones bostezan antes de emprender una cacería, no solo ellos los chimpancés lo relacionan con el apareamiento, los machos alfa bostezan más que los de menor jerarquía, pero todos bostezan antes de realizar el acto sexual.
Hace 12 años se celebró el Primer Congreso Internacional del Bostezo, en él participaron un reducido grupo de especialistas médicos, neurocientíficos y psicólogos provocando diversas reacciones, algunos medios de información internacional veían con cierta mofa, se prestó a bromas como que bostezarían debido al aburrimiento y otras tantas, sin embargo las disertaciones aportaron por ejemplo, el número de bostezos al día que van de ocho a diez, la mayoría después de comer o antes de dormir. Se determinó que la historia evolutiva de las especies estuvo desde un inicio asociado a los animales vertebrados incluyendo: peces, aves, reptiles y cualquier otro tipo de mamíferos durante millones de años. Es una acción positiva, de no ser así hubiera desaparecido dentro de las acciones de la selección natural.
Se ha dicho mucho sobre los bostezos pero ninguna de las hipótesis es concluyente, que aumenta la concentración de oxígeno en la sangre, que ayuda a mantenerse despierto, tampoco es cierto, que bostezar ayuda a bajar la temperatura del cerebro, que protege el oído interno. Todos esos estudios realizados en prestigiosas universidades principalmente europeas y de los Estados Unidos siguen sin aportar resultados contundentes, por lo visto su acción sigue siendo un misterio.
Finalizaré comentando lo publicado en la revista científica New Scientist que existe un medicamente antidepresivo llamado Clomipramine, generando un estímulo adicional ya que cuando bostezan generan un orgasmo, los pacientes rehabilitados se sienten muy complacidos por sus efectos secundarios, algunos también lo han experimentado con Prozac, el antidepresivo más conocido en el mundo, esto abre una posibilidad novedosa en tratamientos sobre la sexualidad. Así que cuando veas a una persona bostezar no sabrás si esta aburrida o lo está disfrutando.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).