Raúl Padilla López, presidente del Comité Organizador de la Feria Internacional del Libro FIL de Guadalajara y ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) murió hoy en su domicilio, informó la Fiscalía del Estado tras abrir una carpeta de investigación para indagar en lo ocurrido.
“Tras la noticia, las unidades de seguridad arribaron al sitio, así como paramédicos municipales quienes confirmaron el hecho. De forma preliminar fue localizada en la escena un arma de fuego, así como un recado póstumo, indicios los cuales se integrarán a la carpeta”, informó la fiscalía en un breve comunicado emitido a las 13.30 horas.
El gobernador jalisciense Enrique Alfaro, quien de dos años a la fecha había sostenido una pública disputa política con Padilla a quien calificaba de “cacique universitario”, también confirmó el deceso.
La Fiscalía de Jalisco señaló que investiga la muerte del ex rector de la UdeG en su domicilio ubicado en la Colonia Vallarta Poniente en Guadalajara.
El rector Villanueva no ha emitido aún alguna condolencia o información sobre la muerte del líder del grupo universitario que logró colocar a sus miembros en importantes puestos públicos y dominó partidos como el de la Revolución Democrática o actualmente el partido local Hagamos, además de tener notoria presencia en los poderes Legislativo y Judicial.
Padilla, líder del grupo político que controla la UdeG desde que él en 1989 llegó a la rectoría, fue además presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, del Festival Internacional de Cine de Guadalajara y encabezaba el conglomerado de empresas universitarias entre los que estaban hoteles, agencias de viajes y el club de futbol Leones Negros.
En noviembre de 2009 el entonces rector de la UdeG, Carlos Briseño, se suicidó también en el interior de su domicilio en Zapopan, de un tiro en la frente. En agosto de 2008, Briseño fue destituido de la rectoría por el Consejo General Universitario -y por instrucciones de Raúl Padilla, según diversas fuentes de la propia universidad- debido a que calificó a Padilla también como un cacique que controlaba todo lo que ocurría en el interior de la universidad y que por tanto lo iba a destituir de todos sus cargos.
