Callejón de Rojano, una imagen irreconocible capturada desde la  calle Zamora. Lo llamaban el «Callejón de Perro» por la leyenda de que quería mucho a su dueña, que cuando murió la acompañaba de día en el panteón y de noche regresaba a la casa y toda la noche aullaba de tristeza. Lo publican en «Xalapa Antiguo, anàlisis y opiniòn» de Jorge Dìaz.