La intuición

 

 

Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo.

 

 

Por mucho tiempo solo habíamos considerado al corazón como un músculo bomba altamente especializado y con gran capacidad de trabajo que ejecuta billones de latidos continuos a lo largo de una vida; también se le consideró un órgano autoexcitable con capacidad para iniciar y coordinar su propia actividad contráctil; como un órgano endocrino, que produce y secreta por lo menos cuatro hormonas bien caracterizadas: los péptidos atriales, mediante los cuales se comunica con los riñones y el sistema vascular, pero,  ¿alguna vez ha tenido eso que muchos llaman “corazonada”? Pues le cuento que la ciencia ha prestado atención y ha hecho investigaciónal respecto. Nuestro corazón alberga un total de 40.000 neuronas, las mismas que en un solo milímetro cúbico de cerebro. Y aunque, en proporción parecen una cantidad residual, se trata de las responsables de esas decisiones que tomamos por intuición.  La ciencia ha descubierto que el corazón envía información neuronal al cerebro, y lo hace a través de diferentes estrategias biológicas de comunicación. Las neuronas del corazón tienen memoria, aprenden, perciben y recuerdan, por lo que las decisiones que “tomamos con el corazón” no son tan locas como creemos. Todos alguna vez nos hemos dejado llevar por esas corazonadas, las mujeres somos más sinceras y externamos sobre el tema, los hombres tienden a guardarlo, pero es un hecho que nos pasa a todos, sin discriminar género. Según información del portal bluehealthcare.es el corazón envía al cerebro señales a través de cuatro mecanismos:

 

  1. Mecanismo bioquímico. A través del cual un pequeño péptido de 28 aminoácidos, denominado péptido natriurético atrial (ANP), factor natriurético atrial (ANF), hormona natriurética atrial (ANH), o atriopeptina, se sintetiza en el músculo cardiaco y es el modulador de la homeostasis.
  2. Mecanismo neurológico. Desde esa parte neuronal del corazón se pueden inhibir neurológicamente centros receptores en el cerebro craneal.
  3. Mecanismo biofísico. Los cambios en el ritmo cardiaco modulan la comunicación mediante ondas de presión enviadas al resto del cuerpo.
  4. Mecanismo electromagnético. Según el estado emocional, el corazón genera un campo electromecánico cinco mil veces más potente que el del cerebro. Este mecanismo se utiliza el ocasiones como un mecanismo de defensa hacia un peligro potencial. Es más armónico en estados de satisfacción, pensamiento positivo, confianza y tranquilidad, y en cambio es más irregular o caótico en estados de alerta (temor, frustración, peligro).

 

Podríamos decir que a la hora de tomar decisiones disponemos del ‘cerebro cardíaco’ y el cerebro craneal. Por ellos es que hemos empezado a tomar encuenta a todos los niveles el tema de las emociones, los sentidos y todo eso que nos hace humanos. Estoy segura que hasta el cansancio ha escuchado sobre la búsqueda de inteligencia emocional que todos deberíamos tener y más a la fecha, la importancia de gestionar nuestras emociones. Pues ahora con el conocimiento, de que nuestra biología está más cercana de lo que pensabamos en este tipo de sensaciones, es un hecho que necesitamos prestar más atención a éstas y a considerarlas de forma más seria.

 

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