Cada año, el Colegio Preparatorio de Xalapa abre las puertas del Museo de Historia Natural para que los visitantes de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil (FNLIJ) conozca la colección que alberga el recinto.
La aventura va desde la biblioteca histórica, donde la vista se pierde en una gran cantidad de colecciones literarias, hasta el museo, que sorprende con cada uno de los objetos que se resguardan en el Colegio Preparatorio.
UNA BIBLIOTECA LLENA DE HISTORIA
Además del museo, el inmueble cuenta con una biblioteca histórica por lo extenso que es. Al interior hay más de 12 mil libros, entre obras monográficas, calendarios, manuscritos y folletos. El acervo está dividido en 10 áreas del conocimiento:
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Obras Generales como diccionarios y enciclopedias; Filosofía; Religión; Ciencias Naturales; Ciencias Sociales; Ciencias Puras; Bellas Artes; Literatura; Historia y Geografía.
La obra más antigua de la biblioteca data de 1565 y se titula “Las siete partidas del sabio Rey don Alonso El Nono”. Son ocho tomos y fue impreso en la “Casa de Portonaris”, impresor de su Católica Majestad y fue restaurado en el año de 1994 incluyendo la portada.
Los libros se pueden consultar en el horario de 08:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 21:00 horas, de lunes a viernes.
MIRAR AL FETO ENFRASCADO
El museo se ubica en la parte alta del instituto educativo. Se fundó en el siglo XIX por un programa educativo de corte positivista. Su finalidad fue impulsar la ciencia y por esa razón se abrió, cuentan los guías.
En el lugar hay esqueletos de animales disecados o petrificados; hay fósiles, animales instrumentos de investigación, el esqueleto de una ballena con casi 16 metros de largo y hasta fetos humanos que forman parte de la gran colección del Colegio Preparatorio de Xalapa.
La Preparatoria de Xalapa tiene 180 años de antigüedad. Miles de alumnos se forjaron en sus 16 aulas, amplios pasillos y una enorme biblioteca que resguarda el acervo cultural. El cronista de Xalapa y exdirector de este plantel educativo, Vicente Espino Jara, narra que la institución fue fundada el 16 de septiembre de 1843.
Dentro del museo, las piezas que más llaman la atención son los fetos humanos. Hay uno en especial al cual denominan “mongolide” – iba a nacer con síndrome de Down, no se le desarrolló el cerebro. Está dentro de un frasco, su color es amarillento y pareciera que tiene la mirada triste y con la lengua que asoma un poco entre los labios.
“El feto raro de brazos adultos junto a un cerebro gris y carnoso observa vivo y extraño nuestro recorrido. Los raros ahí, somos nosotros”, refiere Licha, una bloguera de arte y cultura.
No tiene cuello, está encorvado y sentado con las piernas dobladas y las manos casi tocan el pie izquierdo. Es de los más extraños que tienen en el museo, cuentan los guías mientras recorren la sala y dan las explicaciones a las personas que llegaron a la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil.
UN GRAN ESQUELETO
Lo que ahora funciona como museo, antes fue el salón donde se impartían materias como Biología Física y Química. Actualmente, en el centro de este espacio hay un esqueleto de ballena.
Llegó a Veracruz el 24 de diciembre de 1900. Los pobladores creyeron que se trataba de un monstruo encallado en costas de la entidad. Al día siguiente fue descrito a través de un telegrama al gobernador Teodoro A. Dehesa con los siguientes términos:
“A la playa norte como a cien metros del malecón ha salido un pez que mide de largo 12 metros, nueve de cuerpo y tres de cola por uno de espesor. Configuración de la boca es como de tiburón, pero hay quien opina que es de ballena. En estos momentos aún está viva”.
De acuerdo con los datos históricos, la ballena fue descarnada y trasladada en 1901 a la ciudad de Xalapa. Su envío fue por tren. Su medida es de 15 metros y medio con peso de 25 toneladas. Es un animal chico en su especie, pues suelen ser más grandes y abundan en aguas cálidas.
EN LA ERA DE LA EVOLUCIÓN
Cada uno de los guías da las explicaciones, varios de ellos son alumnos de la preparatoria, otros más ya son egresados. Narran que el museo se divide a través de vitrinas y lo primero que se explica es acerca del animal marino porque la curiosidad por saber de los huesos gigantes se mantiene desde la entrada y hasta el final del recorrido.
Los encargados de explicar se detienen en el estante de fósiles, después minerales, especies marinas, anfibios, mamíferos, aves, insectos, instrumentos que se utilizaban para el estudio de ciencias, reptiles, fetos de humanos y animales.
Hay crustáceos y nidarios, grupos de animales marinos, refiere el guía, quien da detalles de casi cada una de las áreas. Las piezas llegaron para ser estudiadas, pero al paso del tiempo decidieron convertirlo en museo y a raíz de ello, instituciones científicas han realizado donaciones, lo mismo que particulares y hasta escuelas que participan para formar esta gran colección.
La ubicación de la preparatoria es en la calle Benito Juárez número 57 de la colonia centro de la ciudad de Xalapa, la capital del estado de Veracruz. Este recinto es de los más importantes en todo el territorio del estado de Veracruz, “porque las colecciones que tiene no son comunes”.
Aquí se puede observar a una ardilla o ave –que parecieran terroríficos – porque la mitad del cuerpo es esqueleto mientras que la otra parte está íntegra. También hay fósiles marinos y hasta un ave cuando los reptiles apenas comenzaban a emplumar – se puede ver el plumaje impactado sobre la piedra – pero lo trascendental es que todas estas muestras se descubrieron en territorio veracruzano.
