Ceiba Rica # 92
Por Daniel Hernández León
Alejandro García Galindo , Alex.
In memoriam
Nos presentó un mutuo amigo y aunque fueron pocos años el privilegio de tratarte, valió la pena. .
Si hubiese sabido querido amigo, que los días estaban contados, te hubiese dado el más grande y fuerte abrazo, que nuestra amistad merece en nuestro último y reciente encuentro.
No puedo llorar, ni reclamarle a Dios que te haya llamado al cielo de los hombres buenos.
Solo le pido que hoy a su lado tengas eterna paz y felicidad, merecido logro que construiste en vida.
Siempre conversamos , eras una enciclopedia de anécdotas y conocimientos.
De experiencias vividas y de comentarios siempre acertados y sensatos.
Tendías la mano , cuando más lo necesitaba alguien, sin esperar nada a cambio.
Tenías un sitio de honor en cualquier mesa que ocupabas .
Tus amigos siempre respetamos tus palabras, como signo de admiración a tu impecable trayectoria.
Hombre de bien, trabajador, oportuno en todo, puntual, discreto en las ayudas y jovial en tu trato.
Tus historias siempre rematadas con una carcajada, atento y prudente.
Aunque cuando algo no te parecía , eras leal y cabal para decirlo de frente.
Talentoso y estudioso, por eso tus cercanos te decían «Ciro», triunfador en la vida.
Aunque tú salud no lo registrara, siempre tuviste valor para aceptar tus males , como una prueba de que los motivos para vivir son más, que los motivos para morir.
El café ya no será igual nunca, aunque «Andrade» nuestro lugar favorito, siga mejorando su calidad, el ingrediente que hace la diferencia era tu compañía, tu charla , tu empatía, tu presencia.
Cuando hablabas de tu esposa , daban ganas de estar casado, cuando lo hacías de tus hijas daban ganas de ser padre y cuando lo hacías de tus nietos, de ser abuelo nos contagiabas.
Mil anécdotas pudieran registrarse, pero lo mejor fué escucharlas de tu viva voz.
Amigo querido. Anda a la luz , anda a la eternidad perfecta.
Lo mereces.
No te puedo extrañar porque, a un inmortal no se le extraña.
Se le recuerda por siempre.
Algún día estaremos juntos y volverán las charlas que nos unieron tanto.
Descansa en paz Alejandro.
Misión cumplida.
Mi más modesto reconocimiento a tu Don de gente buena, valiosa, imprescindible.
Tu familia te extrañará…yo te recordaré.
Mi Alex querido.
Nuestras idas a desayunar a la Huaca, nuestros antojos en las negritas y sobre todo, nuestro café en el Andrade.
Que más puedo decirte, si en vida dijimos casi todo.
Lo que faltó, lo haremos en otro plano.
Mi super ingeniero, mi gran motivador, mi mecenas en tiempos de austeridad, mi amigo querido.
Me hubiera gustado disfrutarte más, me hubiera hecho más feliz ir a nuestro querida  cuatro veces Heroica y seguir conversando.
Me quedo con lo bueno y feliz de tu convivencia. Seguro estoy que los muchos cariños que te ganaste en vida , hoy oran por tu paz eterna.
Merecido para un gran amigo y buen hombre.
Mi Alex … que hoy estés mejor que ayer.
A manera de un modesto homenaje, mis palabras cardias, para un gran hombre.
Descansa en paz , con la satisfacción de que en esta vida, hiciste todo lo que un hombre hace, para ser recordado por siempre.
Te abrazo con el cariño y agradecimiento, de siempre.
Don Alejandro García Galindo.