LA FE CONDUCE A UNA VIDA DIGNA
La comunidad de hermanos en la fe se convierte en un apoyo para que el
creyente se vaya conociendo a sí mismo, pero sobre todo para que se inicie en
el reconocimiento de los demás y de la realidad. La fe en Cristo supone y exige
el autoconocimiento y el descubrimiento de los demás para alcanzar la
colaboración mutua en la solución de problemas y conflictos. Ante los desafíos
de la pobreza y la violencia es necesaria la colaboración
permanente y eficaz de todos. No debemos dejar que el análisis de los
problemas y propuestas de solución se queden en manos de unos cuantos.
C.L. Lewis ya insistía en la fuerza e importancia de la vida de fe, pues ésta
consigue la unidad de mucha gente, para colaborar en el bien común: “Creo en
el cristianismo como creo que el sol ha salido. No sólo porque veo con más
claridad, sino porque gracias a eso puedo ver todo lo demás”. Siempre será
necesario estar al pendiente de todo lo que sucede a nuestro alrededor para no
ser indiferentes y sustraerse a los acontecimientos de la sociedad y problemas
que se deben resolver con la colaboración de todos.
La vida de fe en Cristo nos inserta en toda la realidad que vive la persona. Es
conveniente vivir la verdadera fe en Cristo inspirados por el Espíritu Santo para
poder conocer a profundidad y tratar de transformar las circunstancias sociales,
políticas y económicas que son el ambiente en que uno vive. ¡Cuánta razón
tenía el monje español del siglo XIX, don Jerónimo Usera, cuando afirmó!: “El
mayor de los beneficios que puede hacerse a un pueblo, es enseñarle a la vez
los deberes de un buen cristiano y un buen ciudadano”. La gracia de Dios nos
conceda vivir juntos para colaborar ante los desafíos de este verano 2023 y
demostrar una fe comprometida con todos y con todo lo que nos rodea para
vivir con dignidad.
Pbro. Juan Beristain de los Santos
Director
Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa.
Foto de E-Consulta Veracruz.