Espacio 13
Teocelo:
¡¡ Tradición ejemplar… !!
*Nada que manche su prestigio obtenido con obediencia y lealtad a su identidad…
*Su gente participa en danzas y en eventos religiosos por devoción a la virgen de la Asunción.
*Jamás se competirá con lo que ya se ha ganado, es la magia verdadera de su historia.
“Tradición en Teocelo en donde se mezcla la naturaleza con la historia y el encanto inolvidable de su ambiente mágico, si señor “
Alfonso Mora Chama
Una tradición como la que se celebra en Teocelo en honor a su virgen de la Asunción, no tiene necesidad de competir, es más, no se vale… lleva toda la ventaja en la honestidad de su gente, en la participación de todo un pueblo que con lealtad y emoción, le canta, le rinde culto y le baila agrupados en una danza de los Moros, de las colonias, o con su disfraz de payaso, a la reina de los teocelanos, la Asunción de María… no señores, no se tiene por qué competir.
Una tradición como lo sigue siendo y en superación, la bajada del arco floral, solamente se dice, insustituible por su colorido, su artesanía y su magia que transmiten la mano campesina y la inteligencia para colocar la pieza clave y adornar el majestuoso arco de dos pesados troncos equivalente a más de dos toneladas… es la ofrenda a la virgen, por lo tanto se realiza todo con respeto para trasladarlo desde su sede creativa que es El Calvario, continuar por las calles de Rubén Darío y 5 de Mayo, acompañado por más de 30 mil gentes hasta colocarlo en la fachada de la iglesia de la Asunción de María…
Impresionante y vistoso, es el arco floral artesanal que le da vida a la cultura e historia de Teocelo ya con fama internacional y modesto trabajo cuando no hace alarde ni presume de su tradición que la toma suya, porque es suya y en este caso vemos cómo el ciudadano del Dios Tigre es celoso de sus costumbres y no facilita su fiesta que es tradición, es fe y amor a su virgen, para que se convierta en el bar o antro más grande y lujurioso del pueblo con infames turbas que envueltas en un turismo callejero y barato dejan las calles sucias y maloliente… ¿ acaso no mis lectores ?
Muchas veces y en innumerables ocasiones y eventos he mencionado que Teocelo no es un pueblo moralista ni santo, mucho menos apegado a la hipocresía y el que esto escribe mucho menos, somos tan humanos y pecadores como todos y si es cierto, muy cierto, se vende licor y quienes se dedican a esta venta combinada con alimentos, o en los monopolios sea Oxxo, Fasti o Neto, aprovechan los días de feria, pero dentro del orden establecido siempre y los mismos devotos del arco floral, disfrazados y danzantes, se toman su “burrito” o cañazo para aguantar la fatiga y la madriza del trayecto, muy diferente a tomar la tradición para el sodomismo… lo tomarán poco entendible, pero el ciudadano de Teocelo espera su tradición con responsabilidad, y da la bienvenida a todos, a los que conocen a un Teocelo lleno de colorido y de devoción en sus dos ferias tradicionales. Es una tradición honorable.
Inconformes quizás por la prohibición de los cohetes de trueno, pero la feria se desarrolló sin inconvenientes más y debemos dejar claro que después de cada evento popular la limpieza de las calles se realizó y tomamos el caso de la calle de 5 de Mayo en donde se elabora la mágica alfombra y paso del arco floral, después de su bajada los vecinos inmediatamente retiraron el aserrín multicolor y la basura para dejar la avenida impecable.
Orgullosamente pregonamos que somos parte de una ciudad colonial y centenaria, de un lugar sagrado que venera a su virgen con el respeto que merece, ajeno a las costumbres de otros lugares y que respetamos como pueblos hermanos, y si es verdad, somos generosos pero no tontos, aunque existen ingratos conspiradores contra Teocelo pero les aseguro que no habrá ningún colapso y las injurias en contra de nuestra feria salen sobrando cuando se tiene un lugar asegurado en la mentalidad de los miles de visitantes que alaban y reconocen la magnitud y la rectitud de este suelo del Dios Tigre que entiende que las Tradiciones no son para competir, solo para venerar.
Con o sin el ayuntamiento, el pueblo celebra sus tradiciones.
Así de fácil y se acaba de comprobar.