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La Razón Online

Unos 4 mil migrantes de diferentes países salieron de la localidad de Corazones, Oaxaca, al municipio de Tapanatepec, en el reinicio de la caravana; buscan llegar a CDMX.

Migrantes en su paso por México con rumbo a Estados Unidos. Foto: Especial.
Por:
JORGE BUTRÓN

La caravana de migrantes, que se reintegró este lunes, se robusteció y ya duplicó su tamaño. Al menos cuatro mil personas extranjeras irregulares de varios países se han reincorporado al llamado éxodo de la pobreza y salieron la madrugada de ayer de la localidad de Corazones, en Oaxaca, al municipio de Tapanatepec, en su ruta hacia la Ciudad de México.

El éxodo migrante en un principio comenzó con dos mil personas, que fueron juntándose de municipios como Tuxtla Gutiérrez, Arriaga, Tapachula o Mapastepec, ya que fueron —de acuerdo con el organizador— separados del grupo mayor y olvidados en diversas localidades.

Los extranjeros irregulares salieron a las 03:00 horas de este martes con mochilas y ropa, luego de que se juntaron desde diferentes localidades, una vez que el Instituto Nacional de Migración (INM) disolvió la primera caravana que salió el pasado 24 de diciembre desde Tapachula, Chiapas.

Los migrantes llegaron por la mañana a Tapanatepec donde estarán al menos tres días, debido a que requieren descansar, ya que muchos cuentan con heridas en los pies, vienen cansados o deshidratados, además que en el éxodo hay muchas familias.

“Salimos de Corazones y llegamos a Tapanatepec, Oaxaca; somos alrededor de 4 mil almas ya que se ha unido mucha gente. Vamos a estar unos dos o tres días, debido a que hay mucha gente enferma, con llagas y necesitan descansar”, explicó Luis García Villagrán, vocero de la caravana.

Una vez que terminen su estancia en Tapanatepec, reiniciarán su trayecto al municipio de Juchitán en la misma entidad, sin embargo, precisó que hay una petición a la comunidad internacional y al Gobierno federal; esto es, que haya un corredor humanitario para ya no caminar, aunque están conscientes de que si no lo dan, seguirán su trayecto a pie.

En caso de que el INM les ofrezca visas humanitarias, dijo, “no vamos a caer”, y por ello pidió diálogo delante de la prensa, porque cualquier compromiso que hagan las autoridades debe ser público.

Mencionó que en Juchitán no acudirán al albergue del padre Alejandro Solalinde, debido a que no desean politizar el tema, pues afirmó que es un éxodo humanitario sin tintes políticos y por ello acamparán bajo sus propias condiciones y juntos, con el fin de que no vuelvan a ser separados.

El INM había prometido entregar Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias en el municipio de Mapastepec, Chiapas, con el objetivo de que las ocho mil personas que integraban el éxodo original se trasladaran con las autoridades a otros sitios para comenzar su regularización, pero fue el mismo García Villagrán quien denunció que la promesa nunca se cumplió, a pesar de esperar varios días.

De esa manera, esperan que en pocos días puedan llegar a la Ciudad de México para comenzar a realizar sus manifestaciones, pues se prevé que vayan a lugares como el INM o la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para ejercer presión y tratar de que les entreguen documentos que les permitan avanzar hacia la frontera norte con Estados Unidos.

FGR