Espacio 13

] Gracias médico Ezequiel… !

*Mi familia me enseñó a ser agradecido cuando encuentras apoyo sin condiciones ni compromisos…

*Todos tenemos un papel que desempeñar en nuestro bienestar emocional relacionada con la salud mental

“Ser agradecido es respetar”

Alfonso Mora Chama.

Las primeras letras de mi primera columna de este incipiente año de 2024, primeros pasos de doce largos meses que para muchos es de asuntos electorales como prioridad y para otros más experimentados, un año de elevación de precios a los productos básicos y que ya desde ahora daña los bolsillos del jefe de la casa con los milagros de quien administra el dinero de un raquítico salario en los diferentes sectores de la sociedad…

Como lo mencionaba, mi primera columna de Espacio 13 rompiendo el tratamiento médico de un reposo total después de que sorpresivamente hicimos un alto a todo, noche de reyes mientras jugueteaba con mi bisnieta Amali en el hogar de la bisabuela Trinidad y la mamá de la pequeña y linda bisnieta, Nisthy cenaba frente de mí en la barra de la cocina de doña Triny.

En pocos minutos ya estaba en uno de los consultorios del Centro de Salud de Teocelo, ahora llamado pomposamente “de la comunidad de Teocelo”, llevado ahí por mi nieto Aldo en el auto de su papá del mismo nombre y, me decía el doctor que había sufrido un “mareo” de acuerdo a la versión de mi esposa Triny y pues sí preocupado pero confiando en Dios y en la atención del médico que minutos después me enteré se lama Ezequiel Aguilar García.

En estos 57 años de periodismo escrito en el semanario La Gazeta, Tribuna del Sur, Epoca, Grillo Jarocho y Rotativo y radiofónico de los años 70 en la XEJA, XEKL y la Pantera Rosa, con el noticiero “Siete Días en el Mundo” del semanario La Gazeta, pocas veces habíamos tenido un alto gozando y quizás presumiendo de una envidiable salud… correr, trotar, atletismo, fútbol, siempre en contacto con el deporte… ¿ y eso qué ?

Si me encontraba ante una grave y cruda realidad. El cuerpo se agota, la mente doblemente, la tensión y los desvelos de más de 50 años y ahora dañada la vista ante el obligado uso de la computadora, y con 75 años encima, es para el agradecimiento sincero a Dios porque hemos abusado de lo que nos brinda.

Pero a la vez es para una reflexión acertada de que en esta corta vida solamente estamos de paso. La jactancia de que superamos la etapa del Covid 19 si sabemos que dejaron secuelas y al parecer las inesperadas muertes de mucha gente que se dice a causa de la vacuna y su estado físico con fallas en el corazón y en la fumadera…

A lo que voy amigos y lectores:

Mi profundo y sincero agradecimiento a quien esa noche de reyes, sabadito en Teocelo, me atendió con la calidad humana de q uien cumple con la lealtad hacia aquel prestigioso médico famoso en el siglo de Pericles, Hipócrates, en un juramento ético orientando a cada médico en la responsabilidad de su profesión… este agradecimiento para el médico Ezequiel Aguilar García, porque tranquiliza mi alma y da felicidad, experimentando este alto a la salud con optimismo, fortalecido con las palabras de aliento que, como le mencionaba en su consultorio del centro de salud de Teocelo, bastan para el alivio dando confianza en que la vida debe continuar pero sin descuidar la salud y si somos atendidos como lo practica el médico Ezequiel Aguilar García, damos gracias a la vida y a Dios que nos puso en sus manos…

Entendemos que los médicos como Ezequiel, desempeñan un papel relevante en el bienestar social y emocional, por lo cual mi agradecimiento por esa habilidad esencial y reconocer que los médicos dedican días y noches enteras para el cuidado de la salud, sin dejar atrás a quienes secundan esta labor, las enfermeras, fieles soldaderas acatando las atinadas órdenes de los galenos y su misión humana es por igual para los pacientes…

Gracias médico Ezequiel Aguilar García, gracias a las enfermeras del Centro de Salud de Teocelo, a los oficiales de IPAX cumpliendo con firmeza su labor pero además atendiendo a los pacientes desde su llegada con la calidad humana que se requiere en ese momento… a mis amigos que enviaron mensajes y llamadas al celular, mi eterna gratitud y la tarea debe continuar con el mismo empeño y responsabilidad como el primer día de los 57 años que llevamos en esta labor… primeros teclazos de la computadora en este año del 24…

A Dios mi gratitud toda… estoy en sus manos.