A su madre, Loly Martínez, la conocí cuando éramos jóvenes en Coatepec. Era una de las muchachas más guapas de la ciudad. A su padre, el Dr.Juan Flores, poco lo traté pero he escuchado relatos de muchas personas que señalan que además de gran médico, era una persona con gran calidad humana, que atendía a los pacientes poniendo por encima de sus honorarios -que muchas veces no cobraba- el bienestar y el restablecimiento de la salud de quienes lo buscaban, muchos de ellos de escasos recursos. Jorge escribió su reciente libro «El Buscador de Tesoro», dedicándoselo a él, el que siempre le enseñó lo que llamamos «la verdad». Su novela «es ficción, pero siempre tendrá una percepción de realidad, inspiración y algo de deseo», escribe al iniciar el prólogo. ¡Felicidades a Jorge por el libro y por la familia que ha tenido, incluyendo a su esposa Delfina!