Ambos son finados, pero perdura un grato recuerdo de ellos. Muy seguido los saludábamos en el Pasaje Enríquez de esta capital. Uno es Noé Ortega, quien vivía a unos pasos de ahí y enfrente laboraba como Secretario General de la CROC estatal. Buen tipo, muy cariñoso en su trato. El otro es Angel Ramírez Cázares, el famoso «Bolanchán», gran abogado litigante de lo laboral y persona muy estimada en el medio. Se les recuerda bien. Foto de Jaime Ríos Otero.