París 2024
Agustín Basilio de la Vega
La ceremonia de la inauguración de los Juegos olímpicos, París 2024, ha sido empañada por la polémica desatada por la presentación de algunos espectáculos de la llamada cultura “Woke”. Particularmente, el segmento “Festivity” representado por un grupo de “Drag Queens”, escenificó una pintura datada en 1635 de Jan Hermensz van Bijlert pero varios críticos consideran que evoca un fresco de Leonardo Da Vinci ejecutado entre 1495 y 1498.
Según el director artístico del espectáculo, Thomas Jolly, se pretendió celebrar la diversidad y la inclusión, sin embargo, el efecto fue el contrario pues generó división entre la sociedad y entre las familias chocando con la esencia de los juegos olímpicos y que está descrita en su lema: “Citius, Altius, Fortius – Communiter”
El lema olimpico «Citius, Altius, Fortius” que significa «más rápido, más alto, más fuerte» fue creado por el padre dominico fray Henri Didon para el frontispicio de su colegio de San Alberto Magno de Arcueil en Francia y se empleó por primera vez en la inauguración Atenas 1896 por el barón Pierre de Coubertin. En 2021 al lema se le adicionó la palabra Communiter para representar la solidaridad del mundo.
Las olimpiadas son una oportunidad para construir la paz y no la división por lo que el respeto es fundamental. Una semana antes de la inauguración el papa Francisco destacó que el deporte “tiene un gran poder social, capaz de unir pacíficamente a gente de distintas culturas”. En efecto, recuerdo que en mi infancia disfrutaba con mis padres las trasmisiones de las competencias deportivas, sus ceremonias y la riqueza cultural.
Aprendí con los juegos olímpicos a valorar y apreciar a los pueblos, sus ciudades, los estadios, las diversas expresiones artísticas, el carácter y disciplina de los atletas, la historia de las naciones, la geografía y la división territorial de continentes (como la aparición y desaparición de Estados), los himnos nacionales, las banderas, algunos datos de economía o política y hasta las expresiones religiosas al entrar a las competencias o al ganar una medalla. Era como estar en medio de una sinfonía de fraternidad y respeto.
Las olimpiadas ayudan a motivar a las personas de cualquier edad a realizar deportes y cuidar su higiene personal y también contribuyen a valorar la competencia, la disciplina, el orden, la calidad, la perfección, la belleza. Los deportes influyen para mejorar los hábitos y alejan a las personas de los vicios.
No se entiende por qué el comité organizador de los juegos olímpicos de París no cuidó todos los aspectos de esta ceremonia inaugural. La maravillosa cultura francesa recreada en sus imponentes edificios, museos y obras de arte quedó eclipsada y pasará a la historia por la polémica suscitada por una representación de la mitología griega ajena al espíritu de los juegos olímpicos. Es increíble que se hayan empeñado en ocultar y hacer a un lado lo mejor de Francia.
X @basiliodelavega 29 de julio de 2024