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Novak Djokovic ganó la medalla de oro en los Juegos de París 2024, y calificó este logro como el mayor de su carrera
Dalai Soto AP.
“Sabía que este partido sería diferente, podía sentirlo”, Novak Djokovic (Reuters).

Tras ganar la medalla de oro en los Juegos de París 2024, donde el Serbio derrotó a Carlos Alcaraz por dos sets, en una final pareja, equilibrada de principio a fin que cumplió con las expectativas y estuvo a la altura del escenario, en donde la igualdad (6-6), nuevamente mandó la contienda al ‘tie-break’, Novak Djokovic se impuso por 7-2 para llevarse la presea dorada por primera vez en su carrera.

Cuando el tenista fue cuestionado sobre si consideraba la medalla de oro como el mayor logro de su carrera, a pesar de haber acumulado 27 títulos de Grand Slam y una multitud de trofeos en su palmarés, el serbio no dudó en manifestar su entusiasmo.

Haber perdido tres semifinales en cuatro participaciones… Ahora con 37 años, contra un joven de 21 (Carlos Alcaraz) que probablemente sea el mejor del mundo en este momento, volver y jugar un tenis increíble… Si tengo todo eso en cuenta, es sin duda el mayor éxito de mi carrera”, expresó.

También habló sobre la lesión de rodilla sufrida en los cuartos de final de Roland Garros, por la cual tuvo que ser intervenido quirúrgicamente hace dos meses, así como reconoció el talento del juvenil español Carlos Alcaraz, tras enfrentarlo en Wimbledon.

Mi lesión de rodilla en Ronald Garros me apartó un poco del camino, pero aún así tenía que jugar Wimbledon. Y sin esperar mucho llegué a la final, lo que fue un gran éxito. Perdí contra Alcaraz, que fue mucho mejor que yo. Pero cuando llegué aquí dije que era un jugador diferente en cuanto a movimientos, juego y sensaciones. Wimbledon fue muy importante para mí porque me dio confianza en mis movimientos y también en mi juego”, declaró.

Al saber que enfrentaría a Carlos Alcaraz nuevamente, ahora por la disputa de la presea dorada, tras haber caído ante el en la última final de Wimbledon, el serbio se dijo confiado en sus capacidades y el hecho de haber firmado unos Juegos de París que rozaron la perfección.

Sabía desde la primeras dos rondas, por la forma en que jugué, que era mi oportunidad. Si iba a pasar, iba a pasar ahora. Sabía que jugar contra Alcaraz, en plena forma, iba a ser lo más difícil del torneo. El hecho de haber perdido claramente contra él en Wimbledon jugó a mi favor, porque no podía haberlo hecho peor. Sabía que este partido sería diferente, podía sentirlo”, puntualizó.

Comentó que su autoconfianza y la firmeza de sus convicciones superan con creces cualquier duda que pudiera surgir en el partido acerca de si podría o no colgarse el oro.

Por su puesto que tuve dudas. Pero mi fe en mí mismo y la convicción que tengo son más fuertes que mis dudas, y así ha sido siempre en mi carrera. Sabía que iba a suceder, sólo era cuestión de tiempo. Los Juegos se celebran cada cuatro años, y la oportunidad de ganar el oro para tu país es muy rara. A mis 37 años, no sabía cuántas oportunidad más tendría”, señaló.

Enfatizó que se siente en el séptimo cielo, envuelto en una mezcla de emociones intensas tras haber alcanzado uno de los principales objetivos de su carrera. Así mismo reconoció que no hay nada más especial para un deportista que conseguir una medalla de oro en una justa veraniega.

Ahora mismo estoy en el Séptimo cielo. Todo lo que estoy sintiendo va más allá de lo que jamás pensé que pasaría. Estar en la cancha con la bandera de Serbia, cantando el himno serbio con la medalla de oro colgada del cuello… Nada puede superar eso en el deporte profesional”, finalizó.

Con su victoria, Novak Djokovic no solo aseguró un triunfo en la cancha, sino que también encarnó el más poderoso y bello mensaje que el deporte puede ofrecer: que, sin importar cuántas veces uno caiga, el verdadero objetivo es nunca rendirse y jamás dejar de intentarlo. A través de su perseverancia y determinación inquebrantable, Djokovic recordó al mundo que el deporte no es solo una cuestión de habilidades o trofeos, sino un viaje de resiliencia, donde cada caída es una oportunidad para levantarse con más fuerza y seguir adelante, hasta que el esfuerzo se vea recompensado con el éxito.

dsc