La diputada electa y ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, quería ser presidenta de la Cámara y no lo logró. Debía ser Ifigenia Martínez, esa fue instrucción de Claudia Sheinbaum, para que sea la maestra quien le entregue la banda presidencial, deslizaron morenistas. Le ofrecieron a cambio una vicepresidencia en la Mesa Directiva, pero no aceptó. Ricardo Monreal así lo confirmó: «ella es muy buena, y quería ser vicepresidenta de la Mesa Directiva». Lo escriben en «Confidencial» de El Financiero. Foto de archivo.