«Desde hace tiempo, Corina Machado no puede viajar en avión dentro de Venezuela porque las aerolíneas tienen prohibido venderle boletos. Tampoco puede hospedarse en hoteles ni comer en restaurantes en sus gira por la provincias, pues una buena cantidad de negocios fueron clausurados después de ofrecerle techo y comida. En gran medida, las agresiones del oficialismo contribuyeron a crearle una aureola de madre ultrajada: la fórmula ideal para desprestigiar a quienes la maltratan». Lo escribe Enrique Serna» (el autor del libro: «El Vendedor de silencio») en Milenio. Foto de CNN en Español.