El joven de 37 años es uno de los 16 mil pacientes que esperan un trasplante en México.
Carlos Navarrete
Aarón Lagunes Morales tenía seis años cuando recibió de su madre su primer trasplante de riñón, el cual le ha dado vida en los últimos 31 años; sin embargo, la vida útil de este órgano llegó a su fin y necesitará uno nuevo que le ayude a mantener una calidad de vida óptima.
Después de su primer trasplante, pasó poco más de 15 años sin ningún tratamiento extra, sin embargo, en el 2008 inició con tratamiento de diálisis peritoneal y hace siete años inició con la hemodiálisis en una clínica subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Una vez que se terminó la vida del injerto, comencé lo que es el tratamiento de la enfermedad renal”, explica.
Dentro de su organismo aún tiene sus dos riñones de nacimiento (que no le funcionan) y el que le donó su madre, aquel que hace unos años cumplió su periodo de vida.
A pesar de las circunstancias, el joven ve con optimismo el presente y el futuro, trata de llevar una vida normal, hace uso de sus redes sociales y a través de estas comparte un poco de su experiencia como paciente renal
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha documentado que la expectativa de vida del paciente que recibe un órgano a través de donación puede extenderse hasta 10 o 15 años, sin embargo, esto depende de los cuidados que se tengan con el injerto y del apego al tratamiento médico.
Un paciente trasplantado debe seguir un plan de alimentación saludable, hacer ejercicio físico, evitar infecciones, cuidar la cicatriz, continuar con el medicamento inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano, además de recibir tratamiento psicológico.
“El médico me decía que el riñón me podía durar 10 años, sin embargo, conocí a más pacientes, porque teníamos una fundación donde veíamos lo de la donación, que tenían 20 o 35 años de trasplante, depende mucho de los cuidados, del estilo de vida, en mi caso los doctores me han tratado bien”, refirió Aarón.
Datos del IMSS indican que, en la actualidad, a nivel nacional se tiene registro de 19 mil 528 pacientes en espera de un trasplante. El riñón y la córnea son los órganos más requeridos.
Dentro de la lista de espera de más de 16 mil personas se encuentra Aarón Lagunes.
Mientras llega su momento, Aarón acude tres días a la semana a su hemodiálisis, cada sesión tiene una duración de tres horas. El tratamiento consiste en conectarse a una máquina vía catéter que permite la circulación de su sangre; el proceso de filtrado permite retirar las toxinas que sus riñones no pueden extraer.
El paciente contó que hace unos años fue candidato a recibir un nuevo riñón, sin embargo, no fue posible realizar operación, así que volvió a quedar en la lista de espera.
“Tuve la oportunidad de ser trasplantado de cadáver, el problema es que mis anticuerpos salieron elevados”, lamentó.
En el marco del 26 de septiembre, Día Nacional de la Donación de Órganos y Trasplante de Órganos y Tejidos, el IMSS reveló que en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene el registro de 6 mil 111 donaciones cadavéricas, 5 mil 15 de tejidos y mil 96 multiorgánicas.
“En este día se trata de promover la donación tanto donador vivo como cadavérico, la verdad es que hablando de cultura, pues estamos muy por debajo, hace falta muchísimo, conocimos pacientes cuya familia tiene miedo a donarles un órgano que le permitan a alguien más mejorar su calidad de vida, pero a veces por desinformación los mismos familiares no quieren donar. En el caso del cadavérico, a veces también influye mucho la familia (de la persona fallecida)”, destacó Aarón.
El próximo domingo 29 de septiembre, en el puerto de Veracruz, se llevará a cabo una caminata para promover la donación de órganos y tejidos. La cita es en la zona el Tranvía del Recuerdo, de donde partirá el contingente hasta llegar al zócalo de la ciudad.