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Reuters/El Economista

La insatisfacción no es exclusiva de Estados Unidos, dijo Georgieva, a pesar de que la economía mundial muestra cierta resistencia frente a las amenazas de las guerras, la débil demanda en China y los efectos retardados de la política monetaria restrictiva.

Kristalina Georgieva durante las reuniones del FMI y el Banco Mundial en Washington, D.C. Foto: Reuters.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, advirtió el jueves de que el mundo corre el riesgo de estancarse en una senda de bajo crecimiento y elevado endeudamiento que dejará a los gobiernos con menos recursos para mejorar las oportunidades de su población y afrontar el cambio climático y otros retos.

El resultado es una población cada vez más insatisfecha, dijo Georgieva en una rueda de prensa durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington.

Las reuniones se han visto empañadas por las inminentes elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, que hacen temer que los estadounidenses, afectados por la elevada inflación durante el Gobierno del presidente demócrata Joe Biden, devuelvan a la Casa Blanca al candidato republicano Donald Trump, dando paso a una nueva era de políticas comerciales proteccionistas y billones de dólares en nueva deuda estadounidense.

La insatisfacción no es exclusiva de Estados Unidos, dijo Georgieva, a pesar de que la economía mundial muestra cierta resistencia frente a las amenazas de las guerras, la débil demanda en China y los efectos retardados de la política monetaria restrictiva.

Para la mayor parte del mundo, se vislumbra un «aterrizaje suave», pero la gente no se siente bien con sus perspectivas económicas», dijo Georgieva, refiriéndose a un escenario en el que la alta inflación se domestique sin una dolorosa recesión o grandes pérdidas de empleo.

«A todos los que pregunto aquí, ¿cómo está su economía? La respuesta es buena. ¿Cómo está el estado de ánimo de su gente? La respuesta no es tan buena. Las familias siguen sufriendo por los altos precios y el crecimiento mundial es anémico».

El FMI publicó el martes nuevas previsiones económicas que muestran que el crecimiento del PIB mundial disminuirá ligeramente hasta 2029, a un 3.1% anual, desde el 3,2% de este año, y mucho menos que el promedio de 2000-2019 del 3.8%, a medida que se desvanezca la actual fortaleza de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, el Monitor Fiscal del FMI mostró que la deuda pública mundial superará los 100 billones de dólares por primera vez este año y seguirá aumentando a medida que el clima político favorezca cada vez más el gasto público y se resista a las subidas de impuestos.

También predice que la deuda pública como porcentaje del PIB, que ahora es del 93%, alcanzará el 100% en 2030, superando su máximo durante la pandemia del COVID.

«La conclusión es la siguiente: la economía mundial corre el riesgo de estancarse en una senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento», afirmó Georgieva. «Eso significa menores ingresos y menos empleos. También significa menos ingresos públicos, por tanto menos recursos para las familias y para luchar contra retos a largo plazo como el cambio climático. Son tiempos angustiosos teniendo en cuenta estos problemas».

Los responsables de Finanzas de las principales economías del G20 expresaron por separado su optimismo ante un aterrizaje suave, e instaron a resistirse al proteccionismo.

«Observamos buenas perspectivas de un aterrizaje suave de la economía mundial, aunque persisten múltiples desafíos», dijeron los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 en un comunicado conjunto emitido tras una reunión al margen de los encuentros en Washington.