No soy poseedor de una bola mágica como para adivinar lo que pudo haber pasado con su vida, pero si no se hubiera tomado el frasco de barbitúricos (sedantes) aquel trágico día 4 de agosto de 1962, Norma Jeane Baker, mejor conocida como Marilyn Monroe, es probable que ya hubiera celebrado su 98 aniversario de vida en alguna muy picuda estancia para adultos mayores de California, no sé, en la zona de Bel Air tal vez. Marilyn Monroe, la actriz de cabellos rubios platinados fue una de mis grandes inspiraciones en mis ya muy lejanas mocedades a principios de los años 70. Marilyn, junto a Raquel Welch (inolvidable en su papel de una cavernícola enfrentando a bestias primitivas en ‘Un millón de años antes de Cristo’ de 1966), Sofía Loren y la británica Joan Collins, más las mexicanas Fanny Cano, Elvira Quintana, Ana Bertha Lepe, Ana Luisa Peluffo, Lilia Prado (preciosa en ‘La ilusión viaja en tranvía’ de Luis Buñuel, esa imagen en donde enseñaba un poco más arriba de la rodilla ¡ay nanita!, era más que suficiente para echar la imaginación a andar) y la argentina Rosita Quintana (igual, sus hombros descubiertos en ‘Susana, carne y demonio’ también de Buñuel eran un regalo a la vista de un inocente puberto), eran los máximos referentes sexuales de cualquier chamaco como yo en aquellos años. Pero con Marilyn era otra cosa, como decía la conseja popular de que “los caballeros las prefieren rubias”, Marilyn… ¡Marilyn es Marilyn!, pero ella tenía un ingrediente aparte que hacía que su vida fuera como de novela misma, fue pareja del gran ‘Clipper’ Joe DiMaggio, la leyenda de los mulos de Manhattan, el de los 56 partidos seguidos dando cuando menos un hit, un héroe norteamericano y, por supuesto, sus amoríos con John y Robert Kennedy, y su matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller. He visto pocas películas de Marilyn, a lo sumo tres, pero la que más recuerdo es ‘Una Eva y dos Adanes’ con Jack Lemmon y Tony Curtis, que es una gran comedia, hilarante, de hecho por esa película según recuerdo Curtis ganó un Oscar a Mejor Actor de Reparto. Por cierto que Rosita Quintana en este año también cumple 93 años, por lo que no hubiera sido raro que Marilyn también los hubiera estado festejando hoy si no se le hubieran atravesado unos sedantes, aunque hay una versión de que en realidad Marilyn fue asesinada por la mafia al mando del capo Sam Giancana. Foto de «Tribuna». Lo escribió Marco Aurelio Gonzàlez Gama, directivo de este Portal.