Hasta hace unos días, se habían fincado pedidos por alrededor de 91,100 millones de pesos para 2025 y 2026. El presupuesto aprobado por el Congreso para ese fin, solo para este año, es de 110,000 millones de pesos
El gobierno federal pretende adquirir, mediante el proceso de compras consolidadas para los años 2025 y 2026 en marcha, un total de 1,358 claves, solo de medicamentos, que representan 2,900 millones de piezas. De esas, hasta inicios de la semana que recién concluye, se habían adjudicado al menos 685, lo que representa poco más de 50% de las claves y 88.2%, en términos de piezas, explicó Enrique Martínez Moreno, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam).
El especialista enfatizó que, lo que se había adjudicado en contratos de compra hasta mediados de la semana pasada, supera los 91,100 millones de pesos. Eso quiere decir que, en promedio, por año de abasto en cuestión, se han encargado compras por unos 45,550 millones de pesos que, sumados a unos 30,000 millones de pesos de medicamentos de patente y fuente única, serían alrededor de 75,550 millones de pesos, cuando lo aprobado en el presupuesto de egresos de la federación para compra de medicamentos para 2025 es de más de 110,000 millones de pesos.
Eso quiere decir que las instituciones del sector salud van a disponer de dinero para comprar más medicamentos que requieran y no habría razón para que haya problemas de desabasto.
Martínez Moreno recalcó que es muy importante tomar en cuenta que el martes pasado concluyó la entrega de documentos de los laboratorios que se inconformaron ante la decisión inicial de la autoridad de separarlas del proceso y Birmex comenzó ha hacer las primeras rectificaciones de fallo, lo cual implica cambios en los datos sobre las asignaciones dados a conocer inicialmente. Para algunos medicamentos hay un solo proveedor, pero, para otros, hay dos o más.
Al respecto, Juan de Villafranca Andrade, presidente ejecutivo de la Asociación de laboratorios Farmacéuticos Amelaf, expuso que muchas de las descalificaciones de laboratorios para seguir en el proceso ocurrieron por deficiencia en la revisión de la documentación y en estos momentos están presentando información para demostrar que estaban en lo correcto y cumplen con los requisitos para que les sean adjudicados contratos de compra de medicamentos.
Asimismo, dijo que, incluso, una vez que ocurra el periodo para hacer las revisiones y aclaraciones respectivas, puede venir una segunda ronda de adjudicaciones para comprar lo que quede pendiente.
El 14 de enero pasado, el subsecretario de Integración y Desarrollo del sector Salud, Eduardo Clark García Dobarganes, informó que las 26 instituciones de salud que participan en esta compra consolidada habían decidido adquirir 4,982 millones de piezas de medicamentos con un costo estimado en 338,000 millones de pesos (con precios de años anteriores).
De esa cantidad, se tenían adjudicados en licitaciones o mesas de fuente única y patente, 3,649 millones de piezas de medicamentos que representan 73.2% al aprobarse ofertas por 213,000 millones de pesos que representan ahorros estimados en 30,000 millones de pesos respecto de precios históricos.
Según el funcionario, con ello las ofertas y adjudicaciones de medicamentos e insumos médicos amparan 97.6% de las piezas solicitadas por el sector. Dijo que hasta ese momento se tenían 1,218 millones de piezas (24.4%) con ofertas en licitación que requerían corrección documental o técnica. El funcionario no especificó cuanto de ello representa en términos de claves de medicamentos e insumos médicos.
Según las bases del proceso, la formalización de los contratos debe hacerse entre el 14 y el 28 de enero de 2025; las órdenes de suministro para los insumos urgentes a partir del 28 de enero, y para los insumos restantes a partir del 1 de marzo; la entrega en almacenes estatales y hospitales para insumos urgentes máximo 15 días posterior a la orden de suministro (entre el 29 de enero y el 12 de febrero) y para insumos restantes máximo 15 días posteriores a la orden de suministro (entre el 2 y el 15 de marzo); y la entrega de unidades de primer nivel de atención se realizará entre dos y 10 días posteriores a la entrega en almacén estatal.
El fallo de licitaciones y determinación de ofertas que requieren corrección documental debió ocurrir el 13 de enero; la publicación del dictamen técnico para cada oferta que requiere correcciones el 14 de enero; la ventana para solventar documentación y propuesta técnica estaría abierta del 14 al 20 de enero; la carga de nuevas propuestas en plataforma el 21 de enero; la evaluación de ofertas corregidas del 21 al 26 de enero; la adjudicación para propuestas con una sola oferta del 27 al 29 de enero; el proceso de mejora de precios para propuestas con más de una oferta del 27 al 29 de enero y la adjudicación para propuestas con más de una oferta del 29 al 31 de enero.
Martínez Moreno comentó que al proceso todavía le falta historia, pero lo que sí es un hecho es que ha sido en periodos muy cortos y a marchas forzadas.
En ello coincidió el presidente ejecutivo de la Asociación de laboratorios Farmacéuticos Amelaf, Juan de Villafranca Andrade, quien consideró que los tiempos han sido muy apretados. “Se está llevando a cabo una licitación en un tiempo récord y vamos a ver los resultados”, aunque indicó que se tenía que hacer de esa forma porque no había de otra, debido a los problemas de desabasto que enfrenta el sector.
Según Martínez Moreno, lo que preocupó al sector es que cuando se dio la apertura para las ofertas, lo que seguía era la evaluación técnica para saber quiénes cumplen con los aspectos jurídico, normativo y técnico y, a partir de ahí, evaluar sus ofertas económicas para realizar la asignación; sin embargo “vimos que ya de alguna manera se estaba generando el fenómeno de las ofertas de descuento, sin que se hubiese emitido la evaluación técnica”.
Esa situación generó incertidumbre, porque se esperaba que un porcentaje importante de claves participaran ahí, pero de las 685, alrededor de 106 se fueron por ofertas de descuento y representan 962 millones de piezas.
En consecuencia, las 579 claves restantes se fueron por criterio binario, es decir, si cumple o no cumple los requisitos y representan alrededor de 1,600 millones de piezas.
Falta por saber qué pasa con las claves de patente y fuente única, que se fueron por mesas de negociación y ya algunos fallos se están emitiendo y otras están todavía en Negociación. Se trata de alrededor de 500 claves.
Durante el sexenio pasado y los primeros días de la actual administración, uno de los principales problemas en el sector ha sido el desabasto de medicamentos, particularmente para atender pacientes con enfermedades del corazón, tumores malignos, diabetes y del hígado.
Sobre ese asunto, Martínez Moreno comentó que en el caso de los medicamentos para oncología, aproximadamente se demandan 200 claves y hasta mediados de la semana que recién concluye se sabía de la adjudicación de 87, que si bien amparan los medicamentos más importantes, todavía falta un porcentaje importante por adjudicar.
En el caso de los medicamentos relacionados con endocrinología y metabolismo, que es donde están los temas de diabetes, ya se habían adjudicado 63 claves y en el caso de cardiología 56.
Viendo el proceso en su conjunto, lo importante es que las claves que se quedaron sin oferta, ya sea por un asunto técnico o porque el precio no fue conveniente, se espera que se vayan a una segunda vuelta y se logre encontrar el proveedor y se evite desabasto.
En los próximos días se espera que se informe sobre asignaciones adicionales o, incluso, cambio de proveedores, si resulta que alguno o algunos que estuvieran descalificado se reincorpora el proceso y se adjudica algún contrato.
Para el reconocido analista, el éxito de esta nueva forma de comprar medicamentos (las otras seis implementadas durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador fueron desechadas porque no funcionaron) dependerá de si se termina de estructurar e implementar bien el modelo y se agrega la tecnología y digitalización de los procesos, como lo ha prometido la actual administración. Sin embargo, es muy probable que haya retrasos en las compras consolidadas.
En tanto, Juan de Villafranca Andrade enfatizó que habrá que esperar que concluya el proceso para tener una película completa del mismo y hacer las observaciones pertinentes.
Martínez Moreno llamó la atención que la compra consolidada para 2025 y 2024 prácticamente se empalmó con la compra complementaria de insumos para 2024 para atender el desabasto existente.
Por otro lado, eso abre la posibilidad a que instituciones del sector puedan abrir otros procesos de compra mediante sus propias licitaciones o adjudicaciones directas.
En el caso de la compra complementaria, Juan de Villafranca Andrade dijo que ampara alrededor de 250 millones de piezas mediante una extensión de los contratos que ya existían con los laboratorios. Recordó que la ley permite que se hagan extensiones hasta por 20% y a eso se están ajustando. Con eso se espera cumplir las necesidades de enero, febrero y marzo.
La entrega de la compra bianual 2025-2026 comienza en marzo.
Birmex y gobiernos estatales se encargarán de la distribución
Juan de Villafranca Andrade recalcó que para considerar que hay abasto de medicamentos es tener el conocimiento de que el medicamento está llegando a las manos del paciente que lo requiere, por lo que debe ponerse atención al trabajo de distribución, una vez que los medicamentos hayan sido entregados en los almacenes y sitios dispuestos en los contratos de compra.
La distribución será responsabilidad de Birmex y los gobiernos de los estados.
En opinión del presidente de Amelaf, el actual modelo de compra implementado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaun ya se ve mucho más integrado y está contemplando a los diferentes actores que participan en el proceso. Dijo que no se le parece en nada al seguido por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) “que no sirvió para nada, donde asignaron el 30% de lo que tenían que comprar”.
Por otra parte, indicó que hay el compromiso del gobierno para hacer una conciliación de los adeudos del gobierno de procesos de compra de medicamentos anteriores que todavía existen. Tan solo para el caso de los afiliados a Amelaf, se trata de alrededor de 1,000 millones de pesos.
Recalcó que, no obstante que el gobierno les debe dinero, los laboratorios mexicanos están siendo parte de la solución al problema de desabasto de medicamentos y señaló que en el sexenio pasado, más de 90% de los medicamentos que compró el gobierno mexicano lo hizo a empresas establecidas en México.